El fútbol ha vuelto al Metropolitano. Y con él también el sufrimiento. El 'renovado' Atlético de Simeone siguió siendo el mismo Atlético de Simeone. Los rojiblancos ganaron con muchos problemas a un Getafe al que dominaron hasta, casualmente, el 1-0 de Álvaro Morata. Eso sí, la parroquia colchonera tiene motivos para la ilusión...

Porque Joao Félix ha traído algo al Atlético. Ilusión a la afición, y al campo un talento como no se ha visto en años en el feudo rojiblanco. El portugués tenía una dura prueba ante el Getafe, ante un equipo que no deja espacios, que no hace prisioneros. De esos que ninguno querríamos tener por rival semana tras semana.

Maniatado estuvo el luso, aunque dejó muestras de su más que evidente calidad en cuanto pudo. Sobre todo en una acción en la que dejó atrás a todos los rivales que le salían al paso, regalando un caño y un penalti que falló Álvaro Morata. Fue prácticamente su última acción en el verde, pues al enésimo choque que tuvo con un jugador azulón se tuvo que retirar lesionado. Parecía clara la orden de 'caza' al 7.

Dominio, 1-0... y a recular

Hasta ahí, dos fases claras. La primera, hasta el 1-0. El Atlético dominó, y muy claramente, a un equipo que salió atrás y a verlas venir. Con posesión, raseando el balón y con llegadas. Mucha movilidad entre Lemar y Joao, con Morata sirviendo de punta de lanza a un equipo en el que mandaban Thomas, Koke y Saúl. El desenlace era cuestión de tiempo.

Tripppier, mucho ojo con el inglés, sirvió un centro preciso y medido para que Morata tan solo tuviera que poner la testa y batir a David Soria. Un caramelito sin duda le puso el ex del Tottenham, el segundo que servía en la noche. El primero lo detuvo el arquero azulón adelantándose a Morata y a Joao.

Pero luego comenzó otro partido. Uno espeso, áspero. Uno que hace temer que, de nuevo, el estilo Simeone será marcar y ver qué pasa en vez de matar al rival. El Getafe se animó, invitado por un equipo rojiblanco que le dejó acercarse. Comenzó a inquietar a Oblak, pero lo cierto es que más que dominar el juego lo que pasó es que no hubo juego que dominar.

Dos expulsados antes del descanso

Llegaron las interrupciones. Las muchas interrupciones. Por faltas, y por rojas y dobles amarillas. Jorge Molina piso el tendón de aquiles a Thomas, y eso según el nuevo reglamento es expulsión por más involuntario que sea. Lodi no quiso ser menos, y vio dos tarjetas en un minuto. La primera, eso sí, muy rigurosa.

Apenas se jugó, y sin Joao Félix a muchos les faltaba algo y les sobraba preocupación por cómo estará la nueva estrella del Atlético. Fueron 25 minutos los que se perdió el luso y en los que Vitolo tuvo su tiempo de juego. Pero no era un partido de lujos en el Metropolitano pues enfrente estaba el Getafe, y el Getafe no regala absolutamente nada. Ángel tuvo un tiro al travesaño y los de Simeone regalaron falta tras falta cerca de la frontal para darle emoción al asunto.

Tres puntos, y todos pendientes de Joao Félix

La victoria rojiblanca se trabajó a base de juego primero y de sudor después, y a saber si de lágrimas tras los problemas físicos de Joao Félix, aunque el portugués se fue por su propio pie. De momento, tres puntos complicadísimos ante un rival que jugará Europa este curso. Y bien merecido tiene su viaje por el Viejo Continente tras cómo han competido en el Metropolitano.

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