Steve Kerr, entrenador de los Golden State Warriors, está muy enfadado. Lo está no por el puñetazo que uno de sus jugadores, Draymond Green, le propinó a otro, Jordan Poole, sino porque dicha acción se haya filtrado en vídeo.

Más que de la acción, de la reacción. De la repercusión que el puñetazo está teniendo, que ha hecho incluso que se haya vuelto viral en redes sociales entre los medios especializados que cubren la NBA.

"Llevo aquí más de 30 años y he visto todo tipo de locuras. Esto debe mantenerse de manera interna, para que sean fáciles de manejar", afirma.

Y prosigue: "En cuanto se filtran cosas se desata el infierno. Afecta a jugadores, especialmente"

"Ahora tienen que lidiar con ello y que responder a estas cosas. Nos pone en una situación complicada", explica Steve Kerr.

E insiste: "En 32 años habré visto unas 20 peleas a puñetazos. Ese vídeo no debería salir de nuestras instalaciones, y lo hizo. Es un problema".

"Es como si tienes una cámara en tu familia y hubiese una disputa. ¿Querrías discutirlo con todos? No, claro que no", sentencia.

Además, dice que no sabe cuándo volverá Green, que se ha alejado un tiempo del baloncesto en una decisión "de mutuo acuerdo".