Las quince pérdidas que acumuló en su visita al Panathinaikos y los errores finales le costaron al Real Madrid la séptima derrota (88-82) de la fase regular de la Euroliga y le impidieron certificar, de momento, su clasificación entre los cuatro primeros que otorga la ventaja de campo en cuartos de final.
A pesar del buen partido de Anthony Randolph y Othello Hunter, que aportaron puntos y rebotes a un intermitente equipo visitante, los hombres de Pablo Laso acabaron pagando caros sus errores y sucumbiendo ante un rival más necesitado, que tuvo en Chris Singleton a su mejor hombre, con 21 puntos, 9 rebotes y 23 de valoración.
Tras un comienzo marcado por varias pérdidas en ataque consecutivas y dos minutos de sequía anotadora, el mexicano Gustavo Ayón empezó a aportar los primeros puntos de un Real Madrid al que le costó entrar en juego y que se vio rápidamente seis abajo gracias a la conexión ofensiva entre Nick Calathes y James Gist.
El partido transcurría bajo el dominio heleno hasta que cinco puntos seguidos de Sergio Llull pusieron por delante por primera vez a los de Pablo Laso a los siete minutos (13-14), aunque el primer cuarto llegó a su fin con ligera ventaja para los locales y el protagonismo de Anthony Randolph en el ataque blanco (21-19).
La entrada de Mike James aportó puntos y velocidad a los hombres de Xavi Pascual, que empezaron a abrir brecha en el marcador hasta que un parcial de 7-0 a favor del Real Madrid devolvió la igualdad al choque en el minuto 13.
El Panathinaikos intentaba despegarse por mediación de KC Rivers, pero el campeón español volvía a la carga y otro 7-0 en unos buenos minutos de Othello Hunter y su mayor dominio en el rebote le volvió a poner por delante a 2.40 para el descanso, lo que obligó a Xavi Pascual a pedir tiempo muerto para reactivar a sus hombres, que lograron irse a los vestuarios con una ligera ventaja (43-41).
De nuevo salieron mejor a la pista los griegos, liderados en ataque por Rivers, aunque no lograban despegarse ante un rival que seguía haciendo la goma en el marcador y se mantenía al acecho gracias a su dominio en el rebote ofensivo, que compensaba sus errores en el tiro en esa fase del partido.
Con un Randolph enorme, que anotaba y dominaba bajo los aros, el Real Madrid volvía a la carga en cuanto se lo proponía y logró terminar el tercer cuarto mejor que un Panathinaikos falto de ideas que, no obstante, logró igualar a 58 sobre la bocina gracias a un triple de James Feldeine.
Los últimos diez minutos mantuvieron las alternativas en el marcador durante muchos minutos, con ambos equipos lanzados a por la victoria y sin un dominador claro sobre el parqué, hasta que la acumulación de pérdidas en las filas blancas empezó a dar alas a los locales.
A tres minutos del final, Mike James logró la máxima diferencia de la noche (75-69). El Real Madrid volvió a la carga y Doncic tuvo un tiro para empatar a 76 segundos, aunque lo falló y el base estadounidense volvió a castigar en la siguiente jugada con un triple que dejó sentenciado el choque.
Aunque lo intentó hasta el final, el Real Madrid sumó su séptima derrota en la máxima continental y dio alas a un rival que venía de perder sus dos últimos compromisos y se mantiene entre los ocho primeros, con bastantes opciones de clasificarse para cuartos de final.
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