Este jueves un tribunal ruso condenaba a la jugadora Brittney Griner a nueve años de cárcel por posesión y contrabando de drogas. Además, también tendría que pagar una multa de un millón de rublos (16.000 euros). Esta situación ha llegado al mismísimo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, que he pedido a Rusia la liberación inmediata de Griner.

Fue detenida el pasado 17 de febrero en el aeropuerto de Moscú después de que se encontrara aceite de cannabis en sus maletas. El presidente americano llegó a ofrecer incluso un intercambio con tal de que la baloncestista fuera liberada. El mismo jueves, tras conocerse la condena, Biden emitió un comunicado sobre el tema.

"Rusia está deteniendo a Brittney por error. Es inaceptable y le pido a Rusia que la libere de inmediato para que pueda estar con su esposa, seres queridos, amigos y compañeros de equipo", decía el presidente.

Además, ha asegurado que trabajará sin descanso y usará todas las vías posibles para traer de vuelta tanto a Griner como a otro estadounidense que lleva años retenido en Rusia, Paul Whelan.

Rusia asegura que no existe un trasfondo político

"Griner es culpable de posesión e introducción ilegal de narcóticos a través de la aduana", sentenciaba la jueza del caso, Anna Sotnikova. En el propio juicio, la deportista reconoció su error al introducir esta sustancia ilegal en Rusia y pidió clemencia: "Cometí un error sin mala intención y espero que el fallo no acabe con mi vida".

Biden ya ofreció a Rusia a Viktor Bout, un traficante de armas que lleva más de diez años encarcelado en Estados Unidos, a cambio de repatriar tanto a Griner como a Whelan. La respuesta de Rusia fue incluir en el intercambio a una segunda persona Vadim Krasikov. La propuesta fue rechazada por Estados Unidos.

Los abogados de Griner ya han comunicado que recurrirán esta sentencia. Desde el Kremlin han asegurado que todo este caso no tiene ningún tipo de trasfondo político.