Tres golpes en la puerta de El Viejo Caserón. Así se accede al primer pasaje del terror de España. Juan Luis habita estos pasillos desde que abrieron por primera vez. Ha representado ya casi todos los personajes. Junto a él, Laura: hace menos de un año que trabaja aquí. Conocen a la perfección los secretos para asustar al público.

"Soy Jason con su intrumento", afirma Juan Luis... A lo que Laura añade: "aunque no saliéramos disfrazados, el ruido y la oscuridad nos asusta". Se visten, se maquillan y, en ocasiones, se colocan máscaras. Abel Perales es el resposanble de El Viejo Caserón... Nos cuenta que "las importan de Estados Unidos y cuestan entre 450 y 800".

Ni unos ni otros son tan malos como parecen. "Hace un momento una chica se me arrodilló y me suplicó que la sacara. He parado el aparato, me he sacado la careta y le he dado la mano", sostiene Juan Luis. El trabajo de él y de Laura es asustar, sí, pero aseguran que esta casa realmente está encantada: "Hay cosas sospechosas: péndulos que se mueven, golpes, puertas que se abren o segunderos de relojes que van hacia atrás", termina Laura.

Punto y final a más de 25 años de terror, un miedo que algunos no pueden soportar. Ellos salen por la puerta de los arrepentidos... Queda poco para dejar de escuchar los últimos gritos de El Viejo Caserón, porque este pasaje del terror quiere modernizarse.