En su discurso en los Oscar del 1994, emociono a más de uno cuando habló en su discurso sobre su infancia, cuando fue víctima del nazismo. Al recibir el Oscar por la película la Lista de Schinder, reconoció que su misión era intentar que los horrores del holocausto no se olviden. Desde entonces, se han conocido más datos de la vida de Branko Lusting, que vuelve a su tierra natal tras huir de ella hace 68 años.

El motivo de su regreso es que quiere realizar un rito judío de madurez que suele hacerse en la adolescencia, el Bar Mitzvah. Este rito suele hacerse con 13 años, pero a esa edad la guerra acababa de terminar, y Branko no pudo realizarlo al estar traumatizado por lo que había vivido.

A su llegada se ha encontrado con muchos recuerdos de una época de su vida que está asociada a la muerte y el sufrimiento. Dice que lleva toda su vida esquivando el pasado, pero gracias a una iniciativa del New York Times, Branko ha podido regresar a los campos de concentración de Auschwitz donde se ha reencontrado con los recuerdos de su dura y complicada infancia.