La clase incomparable de Bob Dylan y unos The Rolling Stones explosivos y arrolladores deslumbraron en el festival Desert Trip, en una jornada que sólo fue el entrante de un impresionante cartel que presenta a Paul McCartney y Neil Young, y en otra jornada, a Roger Waters y The Who.

Vendido como el festival de festivales y como una ocasión irrepetible en la historia del rock, el esperado Desert Trip abrió sus puertas en Indio, la misma ciudad californiana que acoge el evento de música alternativa Coachella.

Después de la brillante actuación de Bob Dylan, los Rolling Stones asaltaron el escenario. Una explosiva e infalible "Start Me Up" levantó de sus asientos, en un instante, a todo el público y plantó la semilla para un concierto atiborrado de dinamita, baile y nervio eléctrico.

Ni un segundo tardó Mick Jagger, con chaqueta roja y azul y camiseta con el logo de The Rolling Stones, en comenzar su adorado desfile de garbeos, miradas al público y gestos exagerados, propulsado, además, por las guitarras trenzadas y siempre excitantes de Keith Richards y Ron Wood.

Tras semejante descarga, ya sólo quedaron los bises y Jagger y compañía dijeron adiós con 'You Can't Always Get What You Want', acompañados por un coro, y 'Satisfaction' coronada con fuegos artificiales, el broche ideal para un festival lleno de mucha nostalgia y el mejor rock.