Javier Krahe solía decir que la prisa no es elegante. Por eso este homenaje se ha cocinado a fuego lento.
Sabina, Pablo Carbonell, Wyoming... los que fueron sus amigos se han juntado para cantarle, para celebrarle en 'La sonrisa de Krahe', un disco que huele a Krahe. Un español con apellido alemán, aunque de alemán tenía poco o nada.
Su bisabuelo era un alemán que se estableció en Sevilla. Se casó con una española y por eso él era de Madrid. Krahe estuvo 35 años tirando de ironía y poesía encima de un escenario. Sacó a la venta 15 discos.
'La Mandrágora', junto a Alberto Pérez y su gran amigo Joaquín Sabina le sacó del anonimato. Tenía 35 años. Fue una época que siempre echó de menos.
A Krahe no le iban nada los grandes recintos. Siempre le gustó presentarse antes sus seguidores en salas pequeñas como la Galileo Galilei de Madrid.
Se convirtió en el primer artista censurado de la democracia. En 1986 TVE emitió un concierto de él en el que una de sus canciones criticaba abiertamente a Felipe González. No la emitieron. Los televisores fundieron a negro.
Krahe no se casaba con nadie. Sus conciertos eran viajes emocionales y además eran diversión garantizada. Javier Krahe se marchó en 2015 a los 71 años, pero sus amigos nunca le han dejado marchar del todo. Le retienen cantando sus canciones.
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