La Audiencia Nacional ha rechazado el recurso presentado por Joaquín Sabina y confirmado la resolución por la que tendrá que pagar a Hacienda más de 2,5 millones de euros por una tributación errónea de sus derechos de autor en los años 2008, 2009 y 2010.
La sentencia desestimatoria, a la que ha tenido acceso laSexta, se falló el pasado mes de abril, después de que el artista reclamase sin éxito por vía administrativa ante el Tribunal Económico-Administrativo Central, que también rechazó su reclamación frente a la liquidación por el IRPF de dichos ejercicios y la sanción subsiguiente.
Junto a familiares, el músico era socio o administrador de tres empresas, Ultramarinos Finos, Relatores y El Pan de Mis Niñas, con las que gestionaba sus derechos de autor, inmuebles en Madrid y Rota, un velero y libros antiguos, según la sentencia. Durante los tres años que abarca la inspección tributaria en cuestión, esas compañías generaron más de 12 millones de euros en ingresos de explotación.
La Audiencia considera que todos esos ingresos tienen "relación directa" con Sabina, bien por servicios facturados o por el cobro de derechos de autor -cedidos a la sociedad-, con actividades profesionales en las que su intervención constituía el "elemento esencial y personalísimo" del servicio. En este sentido, cita la realización de galas, royalties por ventas de discos o colaboraciones en prensa.
En su defensa, Sabina alegó que no tenía relación con alguna de esas sociedades, pero los magistrados citan sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que declararon "inverosímil" ese argumento y que determinaron que el cantante tuvo una tributación inferior a la que le correspondía por aplicación del valor normal de mercado, "lo que hubiera determinado un tipo de gravamen superior al del Impuesto sobre Sociedades, y un consiguiente aumento de la renta a imputar" al cantante por el IRPF.
Ello, después de que Hacienda, en su liquidación a Sabina, acordase incrementarle la base imponible del IRPF después de que el cantante hubiera pagado menos tributos con sus empresas por el Impuesto de Sociedades.
El fallo de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia, hecho público ahora, además de desestimar el recurso interpuesto por su abogado, condena a Sabina al pago de las costas procesales.