Decían que Hitler odiaba a Jesse Owens y también que la Alemania Nazi le discriminó, pero la realidad parece que fue bien distinta.

Jesse Owens borró del mapa a los atletas arios en los Juegos Olímpicos de Berlín, pero nunca fue discriminado. Fue una maniobra de los estadounidenses para desprestigiar a Hitler. En la Alemania de 1936, Owens fue una celebridad y rompió barreras. "Creo que fue estupendo, cuantas más cosas usemos, sean deportes o arte, para destruir barreras culturales, políticas o nacionalistas, mejor", señala Jeremy Irons, actor de 'El Héroe de Berlín'.

El verdadero problema lo tuvo con los suyos, sus compañeros le discriminaban continuamente, ni siquiera el presidente de los Estados Unidos se dignó a felicitarle tras ganar las cuatro medallas de oro.

Tuvo que hacer de todo para mantener a su familia, hasta actividades tan vergonzosas como competir contra caballos por dinero. En 1973, Estados Unidos le nombró embajador de buena voluntad. Intentaron enmendar el error pero el daño ya estaba hecho, se olvidaron de una da las mayores estrellas del deporte de la historia.