Una investigación llevada a cabo en las obras del túnel subterráneo que pasará por Stonehenge ha revelado tumbas del periodo neolítico, además de herramientas y urnas de cerámica antiguas.

Según Wessex Archaeology, estos hallazgos tienen más de 7.000 años de historia. Por encima de todos, hay un objeto realizado de esquisto que ha llamado la atención de los arqueólogos.

Se encontraba dentro de la tumba de una mujer de entre 20 y 30 años de edad, cuyo entierro se produjo hace unos 4.500 años. "Nunca antes habíamos visto un objeto así. Solo podemos especular sobre lo que era: puede haber sido una copa ceremonial dañada a propósito antes de ser colocada en la tumba, o puede ser la tapa del extremo de un bastón o garrote", afirma el arqueólogo Matt Leivers.

También se han hallado pozos que contienen rastros de actividad humana o pequeños huesos del oído de un bebé.