La empresaria estadounidense, diseñadora de interiores e icono de la moda Iris Apfel ha fallecido este viernes a los 102 años en su casa de Palm Beach, en Florida, según un mensaje que han publicado a través de sus redes sociales. Una noticia que ha confirmado el portavoz de su familia, Stu Loeser, al diario The New York times.

Con más de tres millones de seguidores en Instagram, la también modelo y antítesis del edadismo -firmó un contrato a sus 97 años- siguió dando lecciones de tendencias y también de maquillaje hasta los últimos momentos de su vida.

Desde que se descubriera su hipnótico atractivo con una exposición de su colección en el Metropolitan de Nueva York, en 2005, cuando Apfel ya contaba con 84 años, las revistas y marcas de moda pusieron los ojos en ella. Desde entonces ha materializado campañas con firmas de joyería, moda e incluso de helados.

"El mundo puede ser un lugar gris, por lo que los colores, patrones y texturas son una forma de darle vida a un poco de diversión. Lo mismo ocurre con el maquillaje: quiero que mis lápices labiales sean lo más brillantes y atrevidos posibles", le contaba a la revista People en una entrevista hecha en 2022.

En ella también hablaba de uno de sus objetos más característicos, las grandes y vistosas gafas de pasta: "La gente me decía, '¿por qué son tan grandes?' Y yo les decía que porque se alegran de verte", dijo.

Aunque Apfel se convirtió en un gigante de la moda en sus últimos años, pasó sus primeros años como diseñadora de interiores y experta textil.

Después de casarse con su esposo Carl Apfel en 1947, los dos fundaron Old World Weavers, una empresa textil que trabajó con personalidades de la época como Greta Garbo o Estée Lauder, y con la que trabajó también decorando la Casa Blanca para varios presidentes.