Agarra el móvil porque si tienes gato (o alguien cercano a ti tiene) es el día de fardar de ellos. Y de presentarles pruebas gráficas a todos ellos que dudan de la bondad de estos animales, como Juan del Val. Porque sí, hoy, 20 de febrero, es el Día de los Gatos. Bueno, uno de ellos, pues los gatos no tienen una jornada sino tres. La primera de ellas es la del 8 de agosto, fecha marcada por Fondo Internacional Para el Bienestar Animal (IFAW por sus siglas en inglés) en 2002.

La elección de esta fecha tiene que ver con el que es el mes favorito de los gatos. Varios estudios científicosseñalan que en agosto se benefician del aumento de las temperaturas y de las grandes cantidades de luz de estas temporadas. De ahí que sea el mes con mayor reproducción. Pero la entidad oficial no quería poner el foco en esto. Su objetivo era dedicar esta jornada a llamar la atención sobre sus derechos. Algo así reivindicaba también la fecha de la activista Colleen Paige, quien marcó el 29 de octubre como día en el que fomentar la adopción de gatos.

¿Por qué el 20 de febrero es el Día del Gato?

Ni una activista ni una organización internacional, quien está detrás de la elección del 20 de febrero como Día del Gato es el presidente de Estados Unidos Bill Clinton. Bueno, él no. Su gato Socks. Ese que, según Efe, adoptó su hija en 1993, cuando Clinton era gobernador por Arkansas, y que pasó a ser uno de los miembros más simpáticos de la familia.

El gato Socks, la primera mascota del presidente Bill Clinton y la primera esposa Hillary Rodham Clinton.

Llegó a aparecer a una de las imágenes más conocidas del mandado de Clinton. Posado sobre el estrado de la sala de prensa de la Casa Blanca, como si se tratase del mismísimo portavoz. Es más el felino llegó a aparecer en el programa de televisión el show de Murphy Brown y a ser dibujado por Michael O’Donoghue. Ni que decir queda que llegaron a crear un vídeo juego sobre él ('Socks the Cat Rocks the Hill').

Con el paso de los años la popularidad del felino fue creciendo, pero 2009 falleció. Le habían diagnosticado cáncer de garganta. La familia Clinton no quiso verle sufrir y le sometieron a una eutanasia. El 20 de febrero murió dejando para la posteridad una de las fechas en las que se homenajea a los gatos de todo el mundo.