Andrés Calamaro ha emocionado al público del Gran Teatre del Liceu de Barcelona con sus canciones y casi ha ofendido con sus palabras, en un concierto largo, en el que ha habido tiempo para grandes éxitos, temas nuevos, risas y algún silbido de desaprobación.

"El rock and roll no es complaciente, el rock gusta, pero ofende", ha dicho el argentino cuando ha empezado a notar que el público desaprobaba algunos de sus comentarios políticamente incorrectos.

Haciéndose querer a ratos y buscado la provocación en otros momentos, Calamaro ha jugado toda la noche en el filo navaja y casi ha perdido el equilibrio en alguna ocasión, pero siempre ha logrado volver al centro y al final, no sólo no se ha caído, sino que ha salido de la plaza por la puerta grande y con una gran ovación.

Calamaro ha hablado de todos los temas delicados que se le han pasado por la cabeza. El asunto que menos ha abordado ha sido el del sentimiento nacional, que sólo ha mencionado de pasada cuando ha dicho que ama Barcelona y ama España, a modo de introducción del poema especialmente dedicado a Barcelona que ha recitado en el ecuador del concierto.

En vista de que unos aplaudían y otros silbaban cuando decía la palabra "España" ha dejado este tema y se ha pasado otros igual de sensibles, como la polémica frase que lanzó en las redes sociales hace poco y que levantó una avalanchas de críticas por su presunto acercamiento a Vox.

"Yo no estoy aquí para decir lo que la gente quiere oír, eso es demasiado fácil, para eso está Viggo Mortensen con su discurso antifascista facilón", ha dicho. Viggo Mortensen ha sido el centro de sus críticas durante la recta final del concierto, hasta el punto que parte del público ha tenido que implorar "rock and roll, por favor".

Afortunadamente Calamaro ha vuelto a la música y ha compensado sus insultos a este actor, que reside en Cataluña y es muy querido, con temazos como 'Tuyo siempre', 'Loco', 'Los aviones', 'Crímenes', 'Mi enfermedad', 'Estadio azteca', 'Milonga del marinero', 'Paloma' y la maravillosa 'Flaca' en los bises.