Kelvin tendrá mucho trabajo este fin de semana gracias al festival 'Brota Música'. Un contrato que llega después de una dura travesía que comenzó cuando tuvo que abandonar Ghana y pasar once meses en Libia.
"En Libia no hay gobierno ni ley, así que cualquiera puede hacer lo que quiera". Allí un grupo de hombres le obligaban a pagarles dinero, hasta que ya no tuvo qué darles.
"Me llevaron a un lugar y me ataron en una silla", relata. Estuvo tres meses secuestrado hasta que logró escapar, y subirse a una lancha rumbo a Europa.
"A las 30 horas, el combustible se nos terminó", fue entonces cuando el Aquarius les rescató, y tras la negativa de acogida por parte del gobierno italiano, llegaron a Valencia."Lo único que sabía decir era 'hola'. Me preguntaban '¿qué tal?' y yo les decía 'hola'", recuerda Kelvin.
Historias como la suya, la comparten otros nueve jóvenes, que trabajarán también en el festival. Además, otros 50 migrantes están invitados en esta acción de sensibilización a través de la cultura.
"Se trata de dar una imagen de normalidad e inclusión a las personas que están llegando a nuestra comunidad autónoma, a Andalucía", explica José Carlos Cabrera, de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado.
Miki Gutiérrez, director del festival, nos habla de la importancia de "que las personas que han participado, tanto de público, trabajadores y artistas sepan un poco más de los motivos reales por los que una persona abandona su país".
Todo esta casi listo para un festival en el que se viene a disfrutar y lanzar un mensaje que Kevin nos da: "Todos somos uno, no importa que yo sea negro y tú blanco". Este fin de semana en Rota, todos iguales, al ritmo de la música.