Nintendo ha diseñado accesorios de cartón para su nueva consola Switch. Se trata de un regreso a las raíces del grupo japonés, nacido como fabricante de barajas de naipes japoneses. La apuesta del gigante sorprendió y desconcertó a los inversores y usuarios a partes iguales.

La nueva experiencia de juego propuesta por Nintendo comienza con una simple pieza de cartón a partir de la cual los usuarios podrán extraer un automóvil o una motocicleta, una caña de pescar, un piano en miniatura o un robot...

Todo ello antes de combinarse con la consola Switch, combinación que dará al usuario la posibilidad de convertirse en piloto de carreras, pescador, pianista o robot... Y todo ellos con la satisfacción de haber sido tú mismo quien ha construido ese 'wearable' que luego te permita adquirir una experiencia de juego plena gracias a la Switch. "Con Nintendo Labo, construir es tan divertido como jugar", alega la empresa en su sitio web.

Lanzado en marzo de 2017, el Switch tuvo un buen comienzo. La empresa matriz de Mario, que alberga grandes esperanzas para este nuevo producto después de años difíciles, espera vender 14 millones en marzo de 2018 y más de 20 millones en el año financiero 2018/19.

A diferencia de la PlayStation 4 de Sony, esta consola no compite en el rendimiento técnico, sino en la versatilidad y libertad de juego, en el hogar conectado a la televisión o en cualquier lugar que lleve consigo la pequeña pantalla extraible y ambos joysticks.

A través de Nintendo Labo, que saldrá a la venta el próximo 27 de abril, la compañía sigue destacando, en forma de guiño a su pasado, su intención de rescatar las formas de juego tradicionales y unirlas a las nuevas tecnologías. Lo hará con accesorios de cartón autoensamblables a base de pegamento y buena maña -los llamados Toy-Con-, que luego se combinarán con la consola Switch y completarán el proyecto de juego que propone Nintendo.

En Internet, las reacciones fueron compartidas, algunas de ellas aclamando la innovación, otras diciendo que el precio era demasiado alto "por algo que no es sostenible, especialmente en manos de los niños". En la Bolsa de Valores de Tokio, los inversores aplaudieron: las acciones subieron un 2,36% a 46.360 yenes; todo ello en un mercado a la baja.