Los cachorros viven en la municipalidad de Brits, en el Centro de Conservación Ukutula, una reserva privada a unos 70 kilómetros al noroeste de Pretoria. Allí, Callealta, estudiante de un doctorado en la Universidad de Pretoria, investiga sobre reproducción de felinos salvajes.

A modo de broma y de homenaje por parte del personal del centro, los dos leones acabaron bautizados con su nombre y el de su pareja. "No son leones probeta, ya que no hemos usado técnicas in vitro", remarca esta madrileña de 34 años, para enfatizar, precisamente, lo que hace únicos a estos dos cachorros.

Los protocolos desarrollados por Callealta -con la supervisión de dos profesores de la universidad- suponen una alternativa no quirúrgica a las vías de fecundación empleadas hasta ahora, mucho más invasivas porque generaban el embrión "fuera" del animal. "Esto quiere decir que no es necesario someter al animal a cirugía para aplicar la técnica, pero, por supuesto, tenemos que hacerlo con sedación porque estamos hablando de leones", bromea.

Explicado de forma simplificada, recogen el semen de un león macho, anestesian a la hembra y lo depositan en ella con un catéter, lo que para los animales significa reducir tiempo de sedación, cuidados posoperatorios y efectos secundarios. Hasta ahora, la inseminación artificial en leones había registrado solo dos casos exitosos, pero esta es la primera vez que unos cachorros nacen realmente. "Hay muchos factores que lo hacen muy complicado.

En general, los felinos son especies solitarias y, si investigas una especie en un centro donde los animales están en cautividad, vas a tener como mucho uno o dos individuos de la misma especie y en investigación siempre se necesita un número alto (de muestras) para que los resultados sean fiables", expone la especialista.

"Se requieren muchos recursos -agrega-, mucho dinero y mucha gente trabajando para ello, con lo cual, hay pocos estudios y los que hay son con pocos animales. Podemos decir que si no se ha logrado antes es porque no se había podido probar". A diferencia de otros animales como las vacas o los humanos, los felinos ovulan generalmente solo cuando hay un macho cerca o, más concretamente, cuando hay cópula.