La sequía se lo está poniendo cuesta arriba a muchos animales. Para las golondrinas, normalmente hacer sus nidos es una obra de ingeniería agotadora, pero ahora más todavía.
"Necesitan alrededor de 2.500 bocaditos de barro", indica Beatriz Sánchez, responsable de biodiversidad de SEO Birdlife. Sin embargo, con sequía, ni echándole horas extra.
¿Quién puede sacar barro del suelo si está hecho una roca? "Es imposible que vuelvan a hacer sus nidos, con lo que es posible que esta temporada de cría se pierda", añade Beatriz Sánchez.
Golondrinas y aviones han vuelto de África y se han encontrado un panorama desolador. Tristemente, tienen para consolarse. Casi todos los animales silvestres están viviendo una hecatombe.
"Los insectos ven alterado su ciclo biológico, disminuidas o sobredimensionadas sus poblaciones", indica Carol Martín, de ecologistas en acción.
Los anfibios también lo están pasando muy mal. "La ausencia de charcas temporales, o la corta duración de las mismas incrementa la tasa de mortalidad de los adultos y disminuye el éxito de la reproducción", lamenta Luis Suárez, responsable de conservación de WWF.
Los mamíferos están exhaustos, incluidos los domésticos. Asociaciones ganaderas denuncian que escasea el pasto y que esta peor alimentación hace que se reproduzcan menos.
"Tenemos el campo con el pasto ya seco. No hay prácticamente casi nada", detalla Antonio Pérez, ganadero. "La primavera está totalmente perdida, nuestros animales no han podido pastorear", subraya Alfredo Berrocal, ganadero y presidente de UGAMA.
Y eso que el ganado tiene quien le cuide, golondrinas y aviones, no.
Lo único que podemos hacer por ellos es no tirarles los nidos. Pesan solo 20 gramos y han hecho un largo viaje para volver. Si tienen que empezar de cero, 2.500 bocados a la tierra seca son demasiados.