La NASA lleva ya años estudiando cómo afectan las situaciones de ingravidez al cuerpo humano. En concreto cómo es el descanso de nuestro cuerpo sin gravedad. Ahora, para seguir ampliando esos estudios, vuelve a solicitar voluntarios para sumarse a otra fase del llamado Estudio de Reposo en Cama por Gravedad Artificial.
Estos estudios ofrecen a los científicos formas de ver cómo el cuerpo se adapta a la ingravidez. La NASA busca voluntarios (hombres y mujeres) que quieran pasar 59 días postrados en una cama a cambio de 11.000 euros. Deben ser personas sanas de entre 24 y 55 años y que no fumen. Su altura debe estar comprendida entre 153 y 190 centímetros y un índice de masa corporal (IMC) entre 19 y 30.
Además se necesita hablar inglés y estar dispuesto a vivir en Colonia durante varios meses. Si cumplen todos estos requisitos, los interesados pueden enviar un mail con sus datos a probanden@dlr.de.
Los voluntarios pasan hasta 70 días en la cama con una inclinación de cabeza de seis grados hacia abajo. Deben comer, hacer ejercicio e incluso ducharse con la cabeza hacia abajo. Esto hace que sus cuerpos se adapten como si estuvieran en el espacio. Son monitoreados continuamente para comprender cómo cambian sus cuerpos y por qué. Los resultados permiten diseñar medidas que ayudarán a los astronautas en misiones espaciales, así como a las personas postradas en cama en la Tierra.
Si los humanos alguna vez caminan por Marte o viven en el espacio, es en parte gracias a estos voluntarios
Los estudios de reposo en cama a menudo atraen a personas que buscan un cambio y que pueden permitirse el lujo de retirarse de la vida cotidiana durante unos meses, explican en un comunicado de la NASA. Su motivación puede ser personal o científica. Muchos participantes quieren poner así su granito de arena para apoyar los viajes espaciales. "Si los humanos alguna vez caminan por Marte o viven en el espacio durante largos períodos, es en parte gracias a los voluntarios de reposo en cama",explican.
Y advierten: “Pasar muchos días en la cama puede sonar genial, pero la mayoría de los participantes están de acuerdo en que el aburrimiento se instala rápidamente. La rutina diaria (ducharse, vestirse, comer, hacer ejercicio) requiere mucho tiempo cuando no puede ponerse de pie para hacerlas”. Hay una recopilación continua de datos: presión arterial, frecuencia cardíaca, absorción de nutrientes, gasto de energía, masa ósea e incluso el estado de ánimo de los participantes.
La dieta está estrictamente controlada, lo que da a los participantes pocas opciones en cuanto a qué o cuándo comer. Se anima a los participantes a establecer un objetivo, como aprender un nuevo idioma o asistir a clases online. Para animar la estancia, se permite la visita de familiares y amigos, lo que puede ayudarles a distraerse.
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