"La precariedad hace que la gente no quiera venir", denuncia Javier Bermejo, integrante de AMYTS, sobre la situación que vive el SUMMA 112. Sus trabajadores aseguran que ha dejado de ser un puesto atractivo para los profesionales porque el salario es bajo, no se reconoce al personal como nocturno y no se pagan los días especiales.

Cuentan también que las plazas de los médicos de baja no se cubren. Oscar Rodríguez, médico de SUMMA 112 y delegado de AMYTS, nos explica lo que supone este desbarajuste: "A veces no hay nadie para sustituirle y la enfermera sale con los técnicos en la UVI. Es una lotería".

Así lo confirma una enfermera que prefiere mantener su anonimato por miedo a represalias. "He vivido varias situaciones trabajando en una UVI sin médico en las que al paciente no se le ha dado la mejor de las asistencias simplemente por el hecho de no contar con médico. Y nos ponen entre la espada y la pared", relata.

En casos graves, revela que ha llamado al centro coordinador para pedir asistencia telefónica de un médico, un proceso que "conlleva una demora" que "determinadas patologías no se pueden permitir".

Ante la desesperación, explica, ha llegado a aplicar tratamientos para los que no está capacitada. En la última oferta de empleo para SUMMA, se presentaron ocho facultativos de 38 plazas.

SUMMA Comunidad de Madrid asegura que si falta un médico en la UVI móvil, ésta no queda inoperativa. Una ley nacional de 2012 habilita que los soportes vitales avanzados puedan venir dotados por una enfermera.