El diseño de este
aparato, que iluminará un área con un diámetro de 10 a 80 kilómetros en la
ciudad de Chengdu (suroeste), comenzó hace años, aunque es ahora cuando ha
tomado forma gracias al avance de la tecnología.
El satélite se diseñó
para complementar la luz de la luna por la noche y tendrá una iluminación ocho
veces superior a la original, suficiente como para reemplazar las luces de la
calle. La idea surgió de un artista francés, que imaginó colocar una hilera de
espejos sobre la Tierra para conseguir reflejar la luz del sol en las calles de
París durante todo el año.
Respecto al lanzamiento
del satélite, algunas personas de la zona manifestaron su preocupación por los
efectos adversos que las luces reflejadas desde el espacio pueden tener en la
rutina diaria de ciertos animales y en la astronomía, según recoge el rotativo.
Sin embargo, Kang Weimin, uno de los directivos de la compañía, explicó que la
luz del satélite es similar al resplandor del atardecer por lo que no afectaría
a los hábitos de la fauna.