Analizamos el Ford más grande y caro a la venta
Prueba a fondo del Ford Explorer PHEV: sorpresa tras sorpresa
El Ford más potente, caro y grande que actualmente comercializa la marca en nuestro país, analizado punto por punto tras pasar por nuestras manos
Publicidad
El mercado europeo cada vez es más racional, dejando de lado los coches más grandes para centrarse en vehículos más pequeños, más manejables, más asequibles y más respetuosos con el medio ambiente. Sin embargo, aún hay fabricantes que, de vez en cuando, nos dan una "alegría" en forma de sorpresa, trayendo a nuestro mercado modelos que son mucho más de lo que parecen.
Ese es justo el caso del Ford Explorer que hoy analizamos en detalle en Centímetros Cúbicos, un auténtico monstruo de la carretera en el que lo masivo cobra sentido propio. Con una mecánica híbrida enchufable de más de 450 CV, un único acabado en el que las opciones no existen y unas dimensiones más propias de un "mini bus", el Ford Explorer llega con la intención de sorprender a propios y extraños.
Diseño del Ford Explorer
El más grande de los turismos que Ford comercializa en nuestro país es, oh sorpresa, un súper SUV: se trata del Ford Explorer, que en su sexta generación ha dado un giro hacia el mercado europeo al ser la primera generación en más de 20 años que se importa de manera oficial en el viejo continente.
Delante de nosotros tenemos un “bicho” de nada más y nada menos que 5.06 metros de longitud, 2 metros de ancho y 1.78 metros de alto en el que el morro se convierte en uno de los puntos clave, con una parrilla de enormes dimensiones en la que se encastra el logo de la marca, también de muy generosas medidas. Los grupos ópticos se integran perfectamente en la estructura del frontal, contando además con tecnología Full LED.
En la parte inferior de robusto morro encontramos diversas molduras decorativas, así como protecciones en forma de elementos plásticos sin pintar que, además, enfatizan de nuevo en el carácter aventurero y robusto de este vehículo. Se trata, sin duda, de una estampa imponente también por la verticalidad del frontal, que contrasta con un capó prácticamente horizontal, dotando al coche de esa apariencia de “tanque” tan americana.
La vista lateral del Ford Explorer es de nuevo muy americana, con grandes puertas y una superficie acristalada que, especialmente en la parte posterior, nos recuerda a sus antecesores. Es, por así decirlo, el punto de unión con las anteriores generaciones al menos desde el punto de vista visual. En la zaga del Explorer nos encontramos con unos pilotos de gran tamaño, un portón con accionamiento eléctrico y unos sorprendentes 4 tubos de escape “casi reales”, con terminación metálica pero que están redondeados sibilinamente hacia el suelo justo antes de llegar a lo que sería el final del tubo. Es una solución ingeniosa que, además, dota al Explorer de una trasera musculosa y hasta cierto punto deportiva.
Interior del Ford Explorer
Si pasamos al habitáculo del Explorer, la concepción de “Lujo americano” se vuelve a hacer patente nada más abrir la puerta, ya que nosencontramos ante un salpicadero de grandes dimensiones. Para llegar a él necesitaremos “encaramarnos” a sus enormes butacones de cuero que, por cierto, cuentan con ajuste eléctrico, calefacción, ventilación y masaje. En el caso del conductor, además, con memoria de dos posiciones.
Una vez arriba la vista es imponente: desde el asiento del conductor comandamos todo lo que tenemos a nuestro alrededor, pudiendo disfrutar de un interior que está bien rematado en términos visuales, con materiales de buena factura que, siendo buenos, no llegan eso sí al nivel de las marcas premium con las que por precio podría llegar a competir.
El equipamiento es muy completo, con elementos como los mencionados asientos con todo tipo de comodidades, el volante con ajuste eléctrico y calefacción, la instrumentación digital, el climatizador automático de 3 zonas, el sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil y conectividad con Apple CarPlay y Android Auto, el equipo de sonido B&O o el techo panorámico de cristal. Los asientos de la segunda fila, por cierto, también cuentan con calefacción.
Como no podía ser de otra manera, el espacio a bordo es más que bueno, es superlativo: todo está lleno de espacio, todo está lleno de huecos portaobjetos y la sensación de amplitud es enorme en cualquiera de las dos filas de asientos. Por si fuera poco, el Explorer es todo un 7 plazas, con dos asientos adicionales escondidos en el maletero.
Estos asientos se pliegan y despliegan de manera 100% eléctrica, cuentan con espacio suficiente para que un adulto de talla media viaje confortablemente y cuentan con ventilación y huecos portaobjetos adicionales. Hablando del maletero, éste tiene una capacidad de 240 litros con todas las plazas operativas, 635 litros con la tercera fila plegada y más de 2000 litros si abatimos también la segunda fila de asientos.
Al volante del Ford Explorer
Otra de las grandes sorpresas del Ford Explorer se esconde bajo su carrocería, bajo su capó. Lo que aparentemente no es más que un SUV familiar híbrido enchufable es, en realidad, un monstruo con seis cilindros y más de 450 CV, extraídos de un bloque de gasolina 3.5 V6 Ecoboost con 363 CV que se asocia a una mecánica eléctrica de 102 CV para ofrecer un total de 457 CV. Ojo a la cifra de par máximo: 825 NM, suficientes para arrancar el asfalto al primer acelerón.
Todo este torrente de fuerza está gestionado por una caja de cambios automática de 10 relaciones y un sistema de tracción integral inteligente, que permiten al Explorer acelera de 0 a 100 km/h en 6 segundos, alcanzando una velocidad punta limitada electrónicamente a 230 km/h. El sistema eléctrico, por cierto, está alimentado por una batería de iones de litio de 10.3 kWh de capacidad útil, que ofrece una autonomía WLTP en modo eléctrico de 42 km, lo que supone conseguir la etiqueta CERO de la DGT.
Este sistema eléctrico sólo puede recargarse en tomas de corriente alterna, con una potencia máxima de carga de 3.6 kW, tardando unas 4 horas en recargarse completamente. Con la batería descargada, el consumo del Explorer supera los 10 litros en ciudad, aunque en carretera se conforma con unos 8-8.5 litros/100 km, una cifra nada mala si tenemos en cuenta la aerodinámica y el peso del conjunto.
Una vez en marcha, la fuerza que ofrece este sistema es más que patente, dejando atrás a casi cualquier coche en la salida de un semáforo, algo lógico si tenemos en cuenta la potencia y la energía que aporta el sistema eléctrico. Por cierto, existen hasta seis modos diferentes de funcionamiento, así como 4 modos para el sistema eléctrico: híbrido, 100% eléctrico, reserva de energía (para mantener el nivel de la batería) y carga, que permite recargar la batería del sistema eléctrico.
Pero es que el Explorer se empeña en no dejar de sorprenderme, ya que la aceleración y la fuerza a la hora de recuperar de este mastodonte americano se combina ahora con una puesta a punto del chasis que permite alegrías de todo tipo en carreteras viradas. Gracias a una suspensión durita y a una dirección muy bien puesta a punto, el Explorer vira plano, entra fácil en las curvas y es hasta divertido de conducir si tenemos en cuenta que estamos hablando de una mole de casi 2.500 kg de peso.
Sin duda, se trata de una grata sorpresa que, eso sí, tiene una gran contrapartida: el confort de filtrado y bacheo del Explorer no es comparable al de sus rivales, que resultan más confortables en una utilización tranquila y familiar.
La gama del Ford Explorer
El Ford Explorer llega a nuestro país con una sola mecánica, la mencionada híbrida enchufable PHEV, y con una sola línea de equipamiento, denominada ST-Line. De hecho, ni siquiera existe la posibilidad de ampliar el equipamiento mediante dotación opcional, ya que todo, absolutamente todo en este Explorer es de serie.
La única opción la encontramos en la paleta de colores, estando disponible en dos blancos, un rojo como el de las imágenes (Rojo Lucid) y en un color gris azulado denominado Gris Carbonized. El precio de la pintura oscila entre los 950€ y los 1.400€ a sumar a los 73.300€ que cuesta el Ford Explorer.
Publicidad