NUNCA LLEGÓ A PRODUCCIÓN
Volkswagen Polo GTI Cabrio Concept: el descapotable que pudo ser un icono
Recordamos este prototipo atrevido y nos preguntamos qué hubiera pasado si se hubiera fabricado.

Publicidad
Volkswagen presentó hace años un concepto que parecía tenerlo todo: el dinamismo de un Polo GTI y el encanto de un descapotable compacto. Pero el Polo GTI Cabrio nunca llegó a producción. ¿Podría haber triunfado? Hoy viajamos al pasado para recordar este experimento y lo que pudo haber sido, sobre todo cuando el coche apareció en uno de los mejores momentos de Volkswagen.
Cuando uno habla de Volkswagen, lo primero que a uno le viene a la cabeza es el Golf, el incombustible y casi invencible Volkswagen Golf. Y decimos casi, porque ya ha quedado claro que no es el mismo coche, ni tiene la misma imagen, desde hace mucho tiempo. El Golf ya no es tan Golf, y Volkswagen ya no es tan Volkswagen. Pero hubo una época en la que sí, en la que, tanto el Golf como la propia Volkswagen, eran la referencia.
En esa época, curiosamente, Volkswagen tenía imagen de marca seria, fabricaba coches muy buenos, pero poco emocionantes salvo contadas excepciones, pero se les ocurrían unas ideas tremendas, como quitarle el techo a un Volkswagen Polo GTI. Sí, una idea la mar de simple, pero que nadie se le había ocurrido: coger un polivalente potente y veloz, al cual, cortarle el techo para hacerlo más jugoso y divertido. Porque si hay algo en lo que destaca un descapotable, es en diversión; sensaciones puras y duras.
Diseño: un GTI con ganas de playa
Vale, lo primero que piensas al ver el Polo GTI Cabrio Concept es: “¿Por qué no fabricaron esto?”. Y lo segundo es: “¿Y por qué me gusta tanto si suena a invento raro?”. Pues eso. Volkswagen cogió un Polo Cabrio, lo pasó por el gimnasio del GTI (paragolpes más agresivos, parrilla con toques rojos, llantas grandes…) y le añadió todo el picante que tenía la marca en la cocina. Resultado: un descapotable con cara de no venir a dar un paseo tranquilo.
Era como el típico amigo que se pone elegante para ir al chiringuito: igual no encaja del todo, pero oye, tiene su punto. Y lo más curioso es que funcionaba. No daba vergüenza ajena. No era uno de esos concept que ves y piensas “menos mal que no se atrevieron”. Este sí molaba. Y parecía listo para ir directo al concesionario.
Aquí no había trampa ni cartón: el mismo motor del Polo GTI “normal”, un 1.4 TSI de 180 CV con turbo y compresor, que ya en su día sonaba a magia negra –pero que funcionaba bastante bien–. No era un misil, pero tampoco un secador de pelo. De hecho, con algo más de 7 segundos en el 0 a 100 y una punta de más de 220 km/h, iba más que sobrado para despeinarte –por el viento, claro–.
¿Pegas? Bueno, al ser cabrio pesaría un poco más que el GTI cerrado. Pero a cambio tenías cielo abierto, vistas panorámicas y excusas para no oír cuando alguien te decía que ibas demasiado rápido.

¿Y por qué no lo fabricaron? Porque el Excel manda
Aquí es cuando entra la parte triste del cuento. Por muy guapo que salgas en el espejo, si no encajas en el presupuesto, te quedas en casa. Y eso le pasó a este Polo GTI sin techo. Era divertido, sí, pero para la marca probablemente no salía a cuenta.
Volkswagen ya tenía un Golf Cabrio y un Beetle Cabrio en catálogo, y añadir otro descapotable más pequeño y con cara de gamberro habría sido demasiado. No por falta de ganas, sino porque el mercado no lo iba a comprar en masa. Y en Wolfsburg no se andan con experimentos si no hay un buen Excel que lo justifique.
¿Habría triunfado? Quién sabe. Quizá no habría sido un superventas, pero sí uno de esos coches que años después ves en Wallapop y piensas: “Ojalá lo hubiera pillado cuando salió”. Algo así como un cabrio de bolsillo con carácter, ideal para fardar en la costa o para ir a por el pan dando curvas.
En cualquier caso, el Polo GTI Cabrio Concept fue una de esas ideas locas que, por una vez, no daban risa. Y que, con un poco más de suerte, habría terminado en los garajes de unos cuantos aficionados con buen ojo. Pero no. Se quedó en prototipo. Y en nuestras fantasías…
Publicidad