CONTROL NEUMÁTICOS
Los sencillos trucos que ahorran combustible y neumáticos que necesita cualquier novel (o no tan novel)
Reglas universales a las que fabricantes como Toyota prestan atención y que son claves para

Publicidad
Todos somos conductores, pero no todos los usuarios conocen las consecuencias medioambientales del tipo de chequeo y de mantenimiento que aquí me convoca. En eso ponen el foco marcas como Toyota. El fabricante japonés, a través de su programa Eco Driving, busca concientizar acerca de la influencia de nuestras conductas y malos hábitos sobre la emisión de gases e incentiva la optimización del consumo de combustible desde una serie de consejos a aplicar en nuestro coche.
Ejecutar los cambios de marcha un tiempo antes de lo habitual, mantener las ventanas cerradas en la medida de lo posible aún prescindiendo del uso del aire acondicionado, el abuso de este último, evitar salvo cuando no haya alternativa del equipaje en el techo, ya que aumenta la resistencia del aire…

Algunos de los que podríamos denominar Toyota tips, a los que la firma considera parte de la indicación a tener en cuenta siempre en primera instancia: consultar y guiarse por el manual de propietario. Dicho esto, en una sexta recomendación me quiero detener: la asociada a los neumáticos. ¿Cómo deben estar inflados y por qué? Digamos que, con su programa, Toyota no descubre nada, pues hablamos de reglas y beneficios universales.
Para prevenir accidentes, desde ya que para evitar que se desgasten de manera irregular y así darle la vida útil que se merecen –que nuestros bolsillos se merecen, además– y para ahorrar en combustible, la presión de los neumáticos debe ser la adecuada.

A menos que no nos importe pagar de más en las gasolineras ni nuestra propia integridad, es fundamental corroborar periódicamente el estado de nuestras ruedas y, de ser necesario, darles la presión de aire necesaria. Lo ideal es realizarlo al menos una vez al mes y es clave que la presión no quede un 0,5 bar por debajo. De lo contrario, lo más probable es que suframos un consumo extra del tres por ciento.
¿A qué se debe que los controles y los ajustes de aire se tengan que llevar a cabo de manera mensual como mínimo? Precisamente, a la pérdida de presión que los neumáticos de nuestro coche padecerán pasado dicho período si no atendemos a esta responsabilidad como usuarios: al cabo de un mes, la caída suele ser de entre el 2,5 y el cinco por ciento, mientras que casi medio año después –unos cinco meses, para ser exacto–, puede alcanzar hasta el 20 por ciento. En estos tiempos, el sistema de monitorización de la presión se vuelve elemental en los modelos Toyota que lo incorporan.
Publicidad





