Road trip a bordo del Cupra Tavascan Endurance: sí, viajar en eléctrico ya es posible

Llegar a un lugar tan especial de Portugal como Lisboa, con un coche eléctrico, y disfrutar allí de una sorpresa es el plan que nos ha propuesto Cupra. Saliendo desde Madrid y pasando por Cáceres y Badajoz son 626 kilómetros. Chat Gpt nos dice que “con un coche eléctrico la necesidad de realizar paradas para recargar depende principalmente de la autonomía del vehículo y de la infraestructura de recarga disponible a lo largo de la ruta.”

Y como nos gustan las aventuras, aquí estamos, listos para salir a bordo del Cupra Tavascan. El viaje arranca en este showroom multidisciplinar: el Cupra City Garage, en la calle Serrano, en el centro de Madrid y terminará en el Cupra City Garage de la capital portuguesa.

Nos ponemos en marcha al volante del Tavascan, un SUV coupé de 4,6 metros de largo. Con su batería de 77 kiloWatios-hora, tiene dos versiones: una con propulsión trasera de 286 caballos y otra con tracción total con 340.

Hoy conducimos la versión Endurance, de propulsión trasera, con 286 caballos, capaz de recorrer 569 kilómetros sin parar. Un coche que puede cargar, en corriente continua, 100 kilómetros en solo 7 minutos; y pasar del 10% al 80% en 28 minutos.

Es recomendable planificar la ruta, conocer los puntos de recarga y elegir el camino más eficiente. El Cupra Charging Map es una aplicación que lo facilita y que cuenta con más de 800.000 estaciones de carga en Europa. La primera parada es a 208 kilómetros de Madrid, en Almaraz; este municipio, en la provincia de Cáceres, es conocido, entre otras cosas, por su central nuclear.

Después de esta parada ponemos rumbo al puerto de Miravete, desde aquí son algo más de 400 kilómetros hasta Lisboa. Seguimos el viaje por lo que se conoce como la comarca de Tierra de Mérida - Vegas Bajas, por la Autovía del Suroeste, la A-5, hasta nuestra siguiente parada antes de llegar a Lisboa: se trata de Lobón, en Badajoz.

Después de varias horas al volante, el hambre empieza a aparecer, así que, además de nutrirnos, vamos a también a meterle un poco de carga al coche… Las paradas para comer está bien aprovecharlas para ganar algunos “kilómetros extras” y despreocuparnos de mirar el indicador de la batería lo que queda de viaje.

El Tavascan es buen compañero de ruta. Tiene tecnología autónoma, con ayudas como el Asistente de viaje, que combina el Control de crucero adaptativo y el Asistente de salida involuntaria. Con ellos, el coche se mantiene dentro del carril y a una distancia segura de los demás vehículos, utilizando datos de la nube. También permite cambios de carril asistidos.

Está siendo un trayecto muy interesante. La verdad es que vivir estas experiencias mola porque experimentas en primera persona lo que es viajar con un coche eléctrico; siempre aprendes algo. Es cierto que siempre vas a tardar menos con uno de combustión, pero teniendo esto en cuenta, planificando la ruta para ver dónde parar a cargar y haciéndolo en un coche con unas cifras de autonomía considerables, como este Tavascan Endurance, no es una tarea muy difícil.

La última parte del recorrido pasa por Setúbal, una población costera situada en el margen del río Sado, que cuenta con puerto marítimo. Se puede decir que es un centro comercial e industrial a 32 kilómetros de nuestro destino: Lisboa. Donde se encuentra el Cupra City Garage, que se ubica en una de las zonas históricas más animadas de la ciudad.

¿Se puede viajar con un coche eléctrico? Sí. Ya estamos aquí, en el Cupra City Garage de Lisboa, un espacio donde se ofrecen eventos, exposiciones y experiencias gastronómicas para vivir la filosofía de Cupra con todos los sentidos. Y, por cierto, tenemos una sorpresa que nos ha preparado el equipo de comunicación de la marca española…

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