CONSEJOS
La razón por la que nunca deberías apagar el coche con el aire acondicionado encendido
Apagar el motor de tu coche con el aire acondicionado o la radio encendidas puede resultar perjudicial para tu coche, ¿por qué? Te lo contamos.
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Pese a estar ya en octubre, el calor parece no haber cesado. Las consecuencias del cambio climático están viéndose reflejadas a estas alturas del año. Donde antes teníamos temperaturas cercanas a los 15-20 grados de máxima ahora nos encontramos con cerca de 30ºC.
Estas temperaturas tan elevadas nos están obligando a continuar utilizando el sistema de climatización del coche. Un sistema que ha contribuido a mejorar el confort en el mundo del automóvil en los últimos 30 años.
El aire acondicionado no es solo importante a nivel de confort, si no que también por seguridad. Conducir con temperaturas muy elevadas en el habitáculo del coche puede provocar efectos negativos en la conducción, como aparición de fatiga o pérdida de concentración. De hecho, según la DGT, conducir con 35 grados o más equivale a una tasa de alcoholemia de 0,5 mg.
No pares el motor de tu coche con el aire acondicionado encendido
Conviene tener cierta precaución con el uso del aire acondicionado si no quieres sufrir ninguna avería. Esta medida de precaución es, simplemente, no apagar el motor de tu coche con este sistema de refrigeración encendido. En lugar de ello, es preferible desconectarlo unos minutos antes de parar el motor.
El motivo por el que debemos realizar esta acción es porque el compresor del aire acondicionado necesita de mucha energía y, en caso de activarlo nada más arrancar o apagas el motor sin desactivarlo, la batería podría sufrir en exceso, lo que acortaría su vida útil de cuatro años.
Asimismo, apagar el coche con el aire acondicionado puesto puede hacer que se acumule humedad en los conductos de ventilación, derivando en una avería. Al condensarse con el funcionamiento del mencionado compresor, puede acumularse en los tubos y deteriorarlos.
Por lo tanto, lo mejor que puedes hacer es desactivar el sistema de refrigeración de tu vehículo antes de parar el motor. De este modo, la humedad se disipará y la batería podrá recuperarse.
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