UNO DE LOS OLVIDADOS POR LOS CONDUCTORES

El líquido que caduca a los pocos años y que usan casi todos los coches

Un correcto mantenimiento de nuestros coches no incluye únicamente los fluidos básicos. Hay un líquido que nadie recuerda y que llega a caducar incluso cuando no se utiliza.

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Mantener un coche en óptimas condiciones es clave para asegurar su longevidad y rendimiento a lo largo de los años. El mantenimiento correctivo aborda problemas existentes, evitando que pequeños inconvenientes se conviertan en costosas averías. Por otro lado, el mantenimiento preventivo juega un papel crucial al anticiparse a posibles fallos, alargando la vida útil de cada componente. Realizar cambios regulares de aceite, revisar frenos y neumáticos, y seguir el calendario de mantenimiento recomendado por el fabricante son prácticas que cualquier usuario debería llevar a cabo si pretende que su coche tenga una vida útil larga y, sobre todo, tranquila.

Muchos usuarios son conscientes de que el mantenimiento de su vehículo cuesta dinero, y en ocasiones esa cantidad es demasiado elevada como para invertirla de manera recurrente. Es ahí cuando empiezan los "problemas", haciendo recortes en el gasto en mantenimiento y olvidándose de elementos que también necesitan nuestra atención pero que a priori parecen prescindibles. Hay elementos, como el fluido refrigerante o el líquido de frenos, que necesitan ser sustituidos periódicamente pero, sin embargo, pocos usuarios lo hacen.

Pinchazo en neumático
Pinchazo en neumático | Agencias

Existe también otro elemento de nuestro vehículo que casi nadie sustituye cuando es necesario pese, incluso, a que llega a caducar independientemente de si se utiliza o no. ¿Sabes de qué estamos hablando?

El líquido que casi nadie sustituye incluso cuando caduca

Vamos a darte una pista: la próxima vez que vayas a coger el coche, asómate al maletero y busca en el hueco reservado a las herramientas, al gato...si tu coche tiene menos de 20 años es muy posible que en lugar de una rueda de repuesto encuentres un kit antipinchazos. Ese kit permite, en la mayoría de casos, seguir circulando tras haber sufrido un pinchazo ya que consta de un pequeño inflador y un líquido gelatinoso que se introduce en el interior del neumático.

Este líquido, encargado de sellar temporalmente cualquier agujero o perforación del neumático, es precisamente el fluido al que nos estamos refiriendo en este artículo. Esta solución permite prescindir de la rueda de repuesto y, por tanto, ahorrar también unos valiosos kilos en cada trayecto. En cualquier caso, el principal inconveniente de este sistema es que el fluido tiene fecha de caducidad, incluso cuando no se utiliza y se mantiene el bote cerrado y precintado.

Con el paso del tiempo, el líquido pierde sus propiedades, siendo incapaz de sellar correctamente las perforaciones del neumático. Cuando esto sucede, nos quedaremos tirados en el peor momento, por lo que es más que recomendable que eches un vistazo a este sistema -si es que lo equipa tu coche- y revisar si el líquido antipinchazos no ha caducado. En caso de que lo haya hecho, te aconsejamos que acudas al concesionario para comprobar si merece la pena (en cuanto a presupuesto) sustituir el bote por uno nuevo.

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