LOS GIGANTES DEL AUTOMÓVIL DICEN "BASTA" AL GREEN DEAL

La industria europea se rebela y presiona a Bruselas para modificar la prohibición de los motores de combustión

Los fabricantes europeos no piensan quedarse de brazos cruzados y ya han empezado a plantar cara a Europa. Una lucha en contra de los objetivos CO2 con dos bandos totalmente opuestos.

Los fabricantes europeos y una gran parte de la industria europea del automóvil, ya no se calla, quieren cambios y los quieren ya

Los fabricantes europeos y una gran parte de la industria europea del automóvil, ya no se calla, quieren cambios y los quieren yaImagen generada mediante inteligencia artificial

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Mira, si alguien pensaba que los fabricantes europeos iban a quedarse de brazos cruzados viendo cómo les llegaban multas millonarias por las nuevas normas de emisiones, es que no conocías bien el sector. La cosa ha llegado a tal punto que en marzo von der Leyen tuvo que dar marcha atrás y conceder tres años más de plazo para cumplir con los objetivos del CO2, cuando antes había dicho que tenía que ser cada año. No es que lo hiciera por amor al arte, claro. Es que la patronal europea ACEA le puso encima de la mesa unas cifras que daban vértigo: hasta 16.000 millones de euros en multas para todos los fabricantes juntos. Solo Volkswagen se enfrentaba a pagar entre 1.500 y 4.700 millones. Vamos, que era para salir corriendo, pero no en coche, porque Europa está fabricando cada vez menos.

La presión ha sido brutal, con el presidente de ACEA diciéndole a la cara que el Pacto Verde necesita una revisión de la realidad. O sea, que la ha animado a bajarse del jet privado y fijarse en sus políticas a pie de calle.

Los fabricantes han perdido ya la paciencia con tanto objetivo inalcanzable y ya no piden solo más tiempo para los eléctricos, sino que directamente están cuestionando si tiene sentido prohibir los motores de combustión en 2035. Mercedes, BMW, Volkswagen... todos a una diciendo lo mismo: esto no puede seguir así porque nos vais a hundir. No es que sean unos llorones, es que los números cantan como un pañal usado.

El drama de los cierres y despidos masivos

Lo que está pasando en las fábricas europeas da para llorar. Volkswagen va a cerrar dos plantas en Alemania por primera vez en toda su historia, que no es poco decir para una empresa que ha pasado por una guerra mundial y crisis de todo tipo. La de Dresde, con 340 trabajadores, y la de Osnabrück, con 2.300, van a echar el cierre. Pero es que además van a echar a 35.000 personas hasta 2030. No acaba ahí la cosa, porque Audi también se ha sumado al festival de despidos con 7.500 puestos menos y el cierre de su planta de Bruselas, donde trabajaban 4.000 personas entre empleados directos y todo el tejido industrial que dependía de la fábrica. Menudo éxito el de las políticas verdes.

Stellantis tampoco se queda atrás y ya ha anunciado que cierra la fábrica de furgonetas en Inglaterra.

Total, que entre todos van a cargarse casi 50.000 empleos solo en el grupo Volkswagen. Y luego están los proveedores, que también están en el ajo: Bosch recorta 5.500 puestos, Michelin cierra dos plantas con 1.250 trabajadores afectados... y en Alemania calculan que se van a perder 186.000 empleos del sector en los próximos diez años. El problema de fondo es que producir en Europa cuesta una pasta gansa, sobre todo por la energía, que sale cuatro veces más cara que en China o Estados Unidos y que gracias a los últimos éxitos de la Comisión Europea, nos va a salir más cara todavía.

Si todo sigue como está planeado, puede ser una auténtica debacle, sobre todo en lo que a puestos de trabajo se refiere
Si todo sigue como está planeado, puede ser una auténtica debacle, sobre todo en lo que a puestos de trabajo se refiere | Imagen generada mediante inteligencia artificial

China aprovecha el caos europeo para conquistar el mercado

Mientras los europeos se pegan tiros en el pie con sus propias normas, los chinos se están frotando las suyas y aprovechando como nunca para meterse en Europa. Han doblado su cuota de mercado en un año, del 2,9% al 5,9%, y no es casualidad. MG, que ahora es china aunque el nombre suene británico, ya vende más coches que Fiat, Seat o Nissan en Europa. BYD también está subiendo como la espuma con más de 50.000 coches vendidos.

Lo más gracioso es que Bruselas puso aranceles del 45% a los eléctricos chinos pensando que los iba a frenar, pero se han buscado la vuelta vendiendo híbridos enchufables, que no tienen aranceles, y estableciendo plantas de ensamblaje en Europa con una producción marginal, pero que les permite saltarse las restricciones.

BYD vendió 20.000 híbridos enchufables en seis meses, un aumento del 17.000%. Mientras tanto, Tesla, que se supone que era la que más iba a beneficiarse de todo este lío de la transición eléctrica, ha perdido un 40% de ventas en Europa. Los chinos no solo venden más, sino que ya están construyendo fábricas aquí: BYD en Hungría y Turquía, Chery se ha quedado con la antigua planta de Nissan en Barcelona... Al final, las políticas verdes de von der Leyen están sirviendo para que los empleos y el dinero se vayan derechitos a China. Ironías de la vida.

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