UN FUTURO MUY LIMPIO, PERO INCAPAZ DE OLVIDAR EL PASADO
El futuro es eléctrico… pero con nostalgia y alerones
Silencio máximo, cero emisiones contaminantes, asistentes eléctricos y electrónicos por todas partes… Pero todavía se siguen con la vista puesta en el pasado

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Sí, dicen que el futuro eléctrico, un futuro obligado, impuesto, aunque, al menos de momento, no es el más adecuado para todos. Pero eso no importa, los que dirigen dicen que tiene que ser así, es la forma de eliminar el problema de la contaminación en el transporte y, seamos sinceros, tiene razón, aunque sea solo en parte.
Debemos eliminar las emisiones contaminantes en el transporte, pues son una gran parte de las que emite el ser humano. El caso es que no son las únicas y son las más complicadas de eliminar, pues afecta directamente a la población, les obliga a dos opciones: gastar una elevada cantidad de dinero en un vehículo nuevo o prescindir de vehículo propio. Y ojo, porque esta última opción es uno de los objetivos de algunos gobiernos.
No todo es tan obtuso ni tan malo, poco a poco la electricidad se expande por los mercados y los usuarios ven con mejores ojos su llegada. Los fabricantes ponen de su parte para que todo esto siga adelante, con la puesta en escena de coches más baratos y, además, de otras soluciones más que llamativas, como vienen a ser la simulación, por ejemplo, del sonido de un motor de combustión en un coche eléctrico. Pero no solo eso, también se aprovecha para recuperar viejas glorias, se ponen en circulación diseños inspirados en épocas pasadas y, en definitiva, se mezcla lo viejo con lo nuevo para lograr un cocktel que, al parecer, gusta.

Un coche eléctrico que suena a V8
¿De qué estamos hablando? Es sencillo. Los fabricantes quieren que sus coches eléctricos lleguen a las personas y para ello, se usan toda clase de artimañas e ideas, como la que ha puesto en marcha Mercedes-AMG, que acaba de presentar un prototipo eléctrico de más de 1.300 caballos.
Hasta aquí todo dentro del guion futurista y del, en definitiva, guion eléctrico, donde todos los coches, por lo visto, tienen potencias que hace “dos días” eran más propias de dragster de carreras. Sin embargo, lo sorprendente es que uno de sus reclamos estrella es el “sonido emocional” que emite... desde los faros. Porque en un mundo sin rugidos reales, simularlos se ha convertido en una estrategia seria de marketing.
Ahí está, por ejemplo, el Dodge Challenger eléctrico, el que debería haber sido el futuro de los Muscle Car, pero que, al final, ha sido un desastre monumental, y que venía con un sonido “evocador, emocional y muy purista”, un sonido de motor falso, básicamente. Hyundai, con el IONIQ 5 N tiene otra función similar, aunque en este caso con varios sonidos a escoger y Mercedes-AMG parece haber encontrado lógica en la idea.
¿Tendremos una tienda con sonidos para descargar en nuestro coche y que, según nuestro estado de ánimo, suene de una forma u otra? Si es así, que nadie lo dude: habrá coches que maúllen y se tiren pedos…

El regreso de las siglas que nadie pidió… pero todos celebran
Por otro lado, los coches eléctricos también sirven para el regreso de viejas gloria. Por ejemplo, Opel aprovechó la ocasión para recuperar las siglas GSE –aunque para dos modelos híbridos, los eléctricos vienen después– y Peugeot, aunque dijo que no lo haría, ha puesto tres letras míticas en un eléctrico con la puesta en escena del Peugeot e-208 GTI.
Dentro de Stellantis también se sigue la misma pauta en otra marca: Lancia. La italiana recupera las míticas siglas HF para su nuevo Ypsilon deportivo y, de paso, para abrir el abanico con un acabado más deportivo llamado HF Line. Una jugada con más carga simbólica que técnica, pero que apunta a un objetivo claro: tocar la fibra nostálgica de quienes crecieron viendo los Delta sobrevolar tramos de rally. Ahora, eso sí, con cero emisiones y mucha pantalla digital.
Curiosamente, hay otra marca que buscará potenciar todavía más su imagen eléctrica con unas siglas igualmente míticas, las cuales, comparte con Peugeot. Volkswagen implantará versiones GTI en sus futuros coches eléctricos y dejará de lado la que, hasta ahora, era su representación en el segmento: las siglas GTX.

Diseño retro con alma de app
Las líneas cuadradas, los pilotos finos y las insignias ochenteras vuelven a estar de moda. Solo que ahora todo eso se conecta al móvil, mide tu huella de carbono y tiene “modo drift” electrónico. El pasado vende… si viene con interfaz de usuario elegante, llamativa y conectable con el teléfono móvil, no vaya a ser que se nos pase el reel de ese tipo que tan de actualidad está ahora, pero mañana no lo recordará nadie.
El nuevo FIAT Grande Panda es un claro ejemplo. Su diseño está cargado de líneas rectas por doquier, incluso en el habitáculo. Es más, la versión más económica monta llantas de chapa estampada como las de antes, ¡y pintadas de color blanco! Si eso no es retro, nada lo es, ni siquiera el Renault 5 E-Tech, cuyo diseño está inspirado, inequívocamente, en el “viejo” y querido Renault 5 de los años 70 y 80, que tendrá como compañero al Renault 4 E-Tech, igualmente inspirado en el modelo original.
No podemos olvidar al FIAT 500e, uno de los coches eléctricos más retro, al Volkswagen ID.Buzz, que recupera la imagen del Volkswagen T1 –la furgoneta de los hippies, ¿la recuerdas?–, el Microlino, que viene a ser un Isetta eléctrico o bien, el muy criticado Ford Capri, que nada tiene en común con el anterior, ni siquiera diseño o planteamiento, pero la firma americana se empeña en decir que sí…
Eléctrico, sin emisiones, sin humos… Pero con la vista clavada en el pasado. Incluso hay quien “tira” de enormes alerones, como el Yanwang U9, un deportivo eléctrico de BYD que presume de un alerón trasero enorme, como en los 80 cuando cada día, hay más marcas que dejan de usarlos.
Todo eso nos hace preguntarnos… ¿Se acabaron las ideas?
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