¿Exotismo o mal gusto? Así lucen los deportivos de los japoneses más pudientes

Japón puede considerarse como uno de los países con mayor y mejor cultura sobre el automovilismo, de allí han salido verdaderas leyendas de las cuatro ruedas, y del mismo allí también se dan casos tan exclusivos como la fabricación de una edición limitada a 10 unidades para 10 afortunados japoneses con el nombre de . Está claro entonces que en Japón hay bastantes fanáticos del motor. Pero si el mercado japonés se caracteriza por algo es por lo prohibitivamente caro que supone importar deportivos de la talla de Ferrari, Lamborghini, Porsche, etc. y de lo poco común que es que esos coches permanezcan de serie pese a sus mareantes preciso. El tunning es una filosofía de vida en Japón, y por ese motivo ni los mejores deportivos del mundo se libran de recibir importantes modificaciones que hacen casi olvidar el aspecto original de los coches.

 

En estos vídeos tenemos un muy claro ejemplo, pues se trata de una quedada entre propietarios de deportivos de Lamborghini y algunos Ferrari donde no existe ni una sola unidad de serie. Lo mínimo que se ha podido cambiar ha sido la pintura, encontrando opciones de dudoso gusto como el uso de pintura naranja fluorescente con inserciones de oro de 24 kilates. A su lado también vemos kit de ensanche extremos, instalaciones de iluminación LED exageradas o el uso de llantas que a penas caben en los pasos de rueda...

 

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