Cristales empañados: lo que debes y lo que no debes hacer para eliminar el vaho

La humedad acumulada en el habitáculo del coche y la diferencia de temperatura propia de los meses de invierno provocan que aparezca vaho en el parabrisas. La consecuencia evidente es que nuestra visibilidad disminuye y también la seguridad al volante, algo que hay que solucionar de forma inmediata sin que esto afecte a la atención que hay que poner en la carretera. Aunque parezca complicado, hay trucos para lograrlo de forma muy sencilla: esto es lo que debes (y lo que no debes) hacer para eliminar el vaho.

Para recuperar la transparencia de los cristales del coche sin menoscabar la atención al volante al intentar limpiarlos sólo tenemos que buscar uno de los elementos que forman parte del equipamiento del coche: el climatizador. Si lo ponemos en marcha y le echamos una mano con un par de trucos, eliminaremos el vaho rápidamente sin comprometer nuestra seguridad.

Trucos para eliminar el vaho del coche

El climatizador, por sí mismo, es una herramienta útil para recuperar esa visibilidad perdida a causa del vaho: cuando lo pongas en marcha dirígelo hacia la ventanilla o el parabrisas. No obstante, su acción siempre se puede mejorar. ¿Cómo? Combinándolo con otras acciones. Toma nota:

· Aire caliente: es lo más adecuado, aunque el frío también lo elimina…

· Aire acondicionado: para aumentar el efecto del climatizador es aconsejable combinarlo con el aire acondicionado porque está preparado para acabar con la humedad del habitáculo del coche que, como os explicábamos antes, es una de las causas que provocan la aparición del vaho.

· Ventanillas: ábrelas ligeramente para equilibrar la diferencia de temperatura entre el exterior y el interior.

· Luneta térmica: no olvides encender la luneta térmica del cristal trasero.

· Limpieza: llevar los cristales del coche limpios ayudará a que no se genere tanto vaho.

Lo que nunca debes hacer para eliminar el vaho

Aunque parezca una reacción lógica, nunca debes frotar el cristal con la mano o con un trapo para eliminar el vaho del parabrisas o de los cristales. La razón es sencilla: la suciedad del cristal o de las manos se extenderá sobre la superficie y lo único que conseguiremos será el efecto contrario a lo que queremos. Además, este gesto nos obliga a separar una mano del volante y provoca distracción.