NO TE DEJES ENGAÑAR
Cosas que nadie te cuenta antes de tener un SUV
Los 'Sport Utility Vehicles' son una fiebre imparable en el mercado, pero pocos piensan en si verdaderamente son lo que necesitan.

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Los SUV son la moda que impera en el mercado de coches hoy en día. De eso no hay duda. De lo que sí lo hay duda es si son la mejor opción para según qué tipo de conductores y circunstancias. En Centímetros Cúbicos tenemos la impresión de que, muchas veces, la gente se lanza a por ellos sin reflexionar antes si son la mejor opción para sus necesidades. Por ello, a lo largo de las próximas líneas vamos a desgranarte una serie de cosas que nadie te cuenta antes de tener un SUV y que debes conocer para no tirarte a una piscina sin agua. Apunta, que igual te llevas una sorpresa y aprendes algo que no esperabas.
1. Consumen más combustible que muchos otros
Dado el aspecto voluminoso y tocho que tienen, y que redunda en un mayor peso, los SUV consumen más que otros. Un utilitario, un compacto o una berlina son más eficientes en este sentido y no van a hacerte que te pases a repostar con tanta frecuencia. Y no son tiempos para andar tirando la gasolina o el diésel con la pesada y cansina inflación que tenemos encima. No obstante, un SUV te va a ofrecer un mayor espacio a bordo del habitáculo y más comodidad aunque tenga que sacrificar virtudes de conducción.
2. No son ágiles de conducir
Al hilo de lo último comentado en el primer punto, has de saber que un SUV no es un vehículo ágil para conducir en absoluto, más si encima te pillas uno grande. Dicho esto, nunca va a ser tu primera opción si lo que buscas son emociones al volante. Un compacto deportivo de cualquier marca o uno que esté bien dotado de CV va a darte eso mucho más y mejor que un SUV. Otra cosa muy distinta es que tengas una familia con hijos y necesites que las plazas traseras sean espaciosas y cómodas para ellos.
3. Mayores costes de mantenimiento
El hecho de que haya muchos que montan tracción integral y que su altura libre al suelo es mayor que la de muchos coches anima a conductores a sacarlos del asfalto. Dicho esto, las ruedas son más grandes, el esfuerzo mecánico que se debe hacer es mayor y conviene que se monten gomas mixtas si se va de aventura al margen de la carretera, pero que al mismo tiempo no ofrecen las mismas prestaciones en cuanto a eficacia cuando han de regresar al asfalto de la carretera o de la ciudad.

4. Las pastillas de freno sufren más con ellos
No solo los neumáticos se resienten con los SUV, sino también otros componentes como las pastillas de freno. Y es que su mayor peso y altura libre al suelo hacen que el conductor tenga que frenar con más antelación y eso pone a prueba con más frecuencia a este elemento vital de seguridad. Dicho esto, no es el tipo de coche más amable con la mecánica y eso puede repercutir en más reparaciones y revisiones claramente.
5. Son todo un reto para la movilidad eléctrica
En esta época en la que pretendemos encaminarnos a una movilidad sin emisiones, eficiente y marcada por los EV, los SUV son los que más obstáculos plantean por su fisonomía. Y es que si a su ya gran peso de por sí le añadimos baterías que prometan una autonomía loable, entonces estamos ante unos modelos muy muy pesados que van a poner en duda la eficiencia, parte de la mecánica, como hemos comentado y más aún la agilidad en la conducción cuando nos pongamos al volante.
Así que ten muy claro lo que necesitas y cuáles son tus circunstancias realmente antes de comprarte un SUV. Porque, aunque las estadísticas se empeñen en decirnos que son muy demandados, no son necesarios para todos en muchos escenarios.
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