UN SUV MEDIANO CON PINTA DE 4X4
Lo bueno, lo raro y lo prescindible del Citroën C3 Aircross
El modelo francés intenta hacerse hueco en un sector ultra competitivo. Sin embargo, se le echan tantos piropos como acumula opiniones adversas
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El Citroën C3 Aircross es la gran apuesta de la marca francesa para pelear en el salvaje sector de los SUV medianos. Aún le está costando arrancar entre tanta competencia porque es un modelo que genera tantos piropos como opiniones adversas. En las próximas líneas vamos a destacar una virtud, una extrañeza y algo prescindible de este curioso coche.
Lo bueno
La principal virtud del Citroën C3 Aircross es la diversidad de sus motorizaciones. Empezando por la de gasolina, compuesta por un propulsor de 1.2 litros y tres cilindros en línea para 100 CV de potencia, que logra una velocidad máxima de 179 km/h y tiene un consumo combinado moderado de 6,2 litros cada 100 kilómetros.
En la versión híbrida ligera se combina el mismo motor de combustión con uno eléctrico cuya batería se recarga con la frenada y el arranque. Con la motorización MHEV, de 145 CV, la velocidad máxima llega a los 192 km/h, acelera de 0 a 100 en 8,8 segundos y su consumo combinado es de 5,6 litros cada 100 kilómetros.
El Citroën C3 Aircross también está disponible con motorización 100% eléctrica con una autonomía de 303-306 kilómetros, suficiente para los trayectos diarios en ciudad. Esta propulsión tiene una potencia de 113 CV para una aceleración de 0 a 100 en 12,9 segundos y velocidad máxima de 143 km/h. Por lo tanto, en cuanto a prestaciones sale perdiendo respecto a la versión de gasolina y MHEV.
Lo raro
Cuando uno echa un ojo al Citroën C3 Aircross piensa en un todoterreno. Por la robustez que inspira, por los raíles en el techo y por el parachoques delantero. Hasta por su altura libre al suelo, de 197 mm en sus opciones de gasolina e híbrida y 200 mm en la eléctrica. Son cualidades de 4x4.
Sin embargo, este modelo no está disponible con tracción total, solo delantera. Es raro que la marca francesa haya pensado en diversidad de motorizaciones, pero no en diversidad de transmisiones, teniendo un diseño que claramente se vincula al sector de los todoterreno. Quizá estén esperando a ver cómo se desenvuelve en el mercado para incluir este tipo de novedades.
Lo prescindible
Puede que sea cuestión de gustos, pero la reedición del logo de Citroën ha ensuciado la estética de sus modelos. Parece un medallón militar, una de estas condecoraciones que lucen en el pecho los generales y capitanes en las películas bélicas yankees. Ocupa demasiado a la vista y rompe con el diseño de la parrilla. Si no estuviera allí, el C3 Aircross sería mucho más bonito.
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