UN ICONO QUE VUELVE CON FUERZA
Así es el nuevo Renault 4 y lo comparamos con su mítico antecesor
El Renault 4 vuelve para reclamar su puesto, pero ¿Cuánto se parece al original?

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El Renault 4, más conocido como el “4 Latas”, es uno de esos coches que lleva años siendo un clásico de los de verdad, de esos ya ves solamente en una foto vieja o en una concentración de clásicos. Vino al mundo en 1961 para pegarse con el Citroën 2CV y se ganó el corazón de la Francia rural y de las familias que querían un trasto sencillo bueno para todo. Llegó a más de 8 millones de unidades vendidas por el mundo, muchas fabricadas en Valladolid, según cuentan en Autopista. Renault ha decidido darle una segunda vida, pero con un lavado de cara total: el Renault 4 E-Tech 2025 es un SUV eléctrico que busca arrasar con un look retro pero moderno y un rollo sostenible, como se mostró en el Salón de París de 2024.
Aquí no se trata de comparar quién acelera más rápido, que está claro que un eléctrico le saca los colores a un motor de los 60. Lo interesante es echar un ojo a cómo ha cambiado la filosofía del coche, cómo el diseño se ha puesto al día para destacar en 2025 (o cómo no lo ha hecho en sus puntos fuertes) y a quién quiere conquistar ahora frente a los que se volvían locos por un “4 Latas” hace más de 50 años. El nuevo R4 no es solo un homenaje a sus raíces, sino una apuesta para un público que quiere algo con personalidad en un mercado donde muchos SUV parecen fotocopias en color cáscara de huevo.
El Renault 4 E-Tech: un SUV con aires retro
El nuevo Renault 4 E-Tech es un SUV eléctrico que mezcla lo mejor de los dos mundos: el estilo nostálgico y la tecnología del siglo XXI. Con 4,14 metros de largo, se queda entre el R5 y el Captur, y presume de un maletero de 420 litros, lo que es perfecto para escapadas urbanas o para cargar los trastos que te apetezca. Su diseño es un homenaje al original, con un frontal recto, pasos de rueda cuadrados y faros redondos, pero todo modernizado con luces LED y una parrilla de una pieza más moderna que TikTok. Además, usa la plataforma AmpR Small, que comparte con el R5, y monta un motor de 120 CV con una batería de 40 kWh que promete unos 300 km de autonomía.
Por dentro, es como entrar en una nave espacial comparado con su abuelo: doble pantalla de 10,1 pulgadas, un volante lleno de botones y un montón de sistemas de asistencia a la conducción, como el regulador de velocidad adaptativo o el centrado de carril, que hacen que conducir sea más fácil que pelar una mandarina. Está pensado para un público joven, urbanita y con ganas de un coche eléctrico que no sea el típico SUV soso, sino que tenga personalidad. Su precio rondará los 29.000 euros, lo que lo pone a tiro para los que buscan algo práctico pero con estilo.
El ‘4 Latas’ original: el coche para todo

El Renault 4 original, el de 1961, era el coche del pueblo, un utilitario que lo mismo te llevaba al campo que servía para repartir el pan en el pueblo y después para llevar a la familia a la ciudad. Tenía un diseño cuadrado y práctico, y su frontal vertical y sus faros redondos le daban un aire de buenazo que enamoraba. No era un portento técnico (su motor de 1,1 litros apenas llegaba a 40 CV), pero su simplicidad y su suspensión blandita lo hacían perfecto para carreteras de tierra y grava y para cargarlo hasta las trancas, desde sacos de patatas hasta la familia entera.
Su público era de lo más variado: agricultores, familias humildes, estudiantes que querían algo barato… y hasta alguno que se lanzó a cruzar el desierto, como se vio en el Rally Clásicos del Atlas. El “4 latas se fabricaba en sitios como Valladolid, donde incluso fue declarado Bien de Interés Cultural, y era el amigo fiel que nunca te dejaba tirado, aunque a veces perdiera agua por algún lado. Su diseño no buscaba ser bonito, sino útil, y eso lo convirtió en un icono para generaciones que valoraban más la función que el postureo.
Dos épocas, un mismo espíritu
El nuevo Renault 4 E-Tech y su antecesor no podrían ser más distintos tecnológicamente, pero comparten un ADN: ser coches para la gente, aunque cada uno en su época. El original era el rey de la España rural de los 60, mientras que el de 2025 va a por los urbanitas que quieren un eléctrico con carácter. Uno era un todoterreno de la vida cotidiana; el otro, un SUV con pantallas y cero emisiones. ¿Han acertado?
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