Más del 30% de los españoles conduce mal calzado: ¿eres uno de ellos?

Muchos conductores no son conscientes del riesgo que implica manejar el coche con el calzado inadecuado; una conducta recurrente durante los meses de verano en los que las chanclas se convierten en uno de nuestros básicos. No en vano, más del 30% de los conductores españoles confiesa que se han subido al coche en estas condiciones. Si eres uno de ellos, toma nota: es una acción objeto de sanción.

Poco importa lo corto o largo que sea nuestro trayecto si circulamos incumpliendo la normativa y poniendo en riesgo nuestra seguridad. Según un informe realizado por el Real Automóvil Club de España (RACE), 500.000 conductores conducen descalzos y unos 800.000 confiesan que se han puesto ponerse llevando chanclas en los trayectos cortos de verano. No obstante, estas no son las cifras más preocupantes.

Las cifras del estudio

Aunque su actitud les contradiga, la mayoría de los conductores afirman ser conscientes del peligro que representa conducir con un calzado inadecuado y el 83% cree que es posible que le sancionen por ello.

A pesar de esta información, más de un 30% afirma que, en alguna ocasión, ha conducido con un calzado inadecuado. Y no hablamos sólo de chanclas o pies descalzos, en este grupo también se incluyen, por ejemplo, las botas de montaña o los zapatos de tacón. Y es que un 36% de las conductoras reconoce haberse subido al coche con este tipo de calzado mientras que un 38% lo ha hecho con plataformas.

A nivel general, el 3% de los conductores admite que circula con chanclas en muchas o bastantes ocasiones. Por otro lado, el 7% reconoce haber conducido alguna vez sin ningún tipo de protección en los pies y el 2% lo hace de forma habitual.

La sanción: 80 euros

Lo cierto es que el Reglamento General de Circulación (RGC) no contiene una norma específica sobre el calzado y circular con el incorrecto no es sancionable en sí mismo, pero si los agentes consideran que esta conducta afecta a tu seguridad al volante… te podrán sancionar con una multa económica de hasta 80 euros.

La razón es sencilla. Aunque la normativa no hable de manera concreta de las chanclas o las botas, sí establece que el conductor tiene la obligación de garantizarse la libertad de movimientos en el coche y de evitar interferencias en una conducción segura.