SERÁ INEVITABLE
2026 será eléctrico: lo que viene y lo que deberías saber ya
A pesar de que hay fabricantes que han detenido inversiones en el EV, lo cierto es que cada vez se venden más vehículos aunque el ritmo no sea el más veloz.

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La transición hacia la movilidad eléctrica sigue avanzando sin pausa, pero sin prisa. Los datos de matriculaciones publicados cada mes reflejan una progresión claramente ascendente del papel que van a jugar los coches eléctricos en el futuro más inmediato y lejano. Asimismo, en el caso que nos afecta como europeos, la Unión Europea no ceja en su empeño de prohibir la venta de los coches de combustión a partir de 2035 a pesar de la presión de grandes potencias como Alemania o Italia. A pesar de que hay fabricantes que han frenado en seco los esfuerzos económicos en los EV, los datos no engañan y cada vez van a más.
Tecnologías que podrían acelerarlo todo
El hecho de que la implementación de los coches eléctricos no avance tan rápido como le gustaría a los que mandan se debe a circunstancias muy claras. La primera es la ausencia de tecnologías que acaben de una vez por todas con carencias que acompañan a los EV desde que irrumpieron en la industria, como la autonomía o la escasa infraestructura disponible para recargarlos. Para que los conductores no se tengan que preocupar tanto de cuánta energía les falta en la batería mientras conducen, las de estado sólido se postulan como la solución más viable para acabar con ese problema.
Varios han sido los estudios de los que nos hemos hecho eco desde Centímetros Cúbicos que han demostrado la mayor eficiencia de las baterías de estado sólido respecto a las de iones de litio que hoy se usan y también una mayor seguridad ante los trágicos incendios a los que hemos asistido hace unos meses.
La posibilidad de reducir los tiempos de carga es cada vez mayor
Por otra parte, hemos descubierto recientemente nuevas formas de cargar la batería de un coche eléctrico que incluso le ponen a la par en cuanto a tiempo de espera con los coches de combustión. La última son las estaciones de intercambio de baterías que se han instalado en el centro de Madrid y que, en cuestión de cinco minutos, hacen que tu coche eléctrico esté listo para volver al ruedo. Así que cuando esté estandarizado a lo largo y ancho de nuestro país, ya no tendremos tampoco esa queja. Asimismo, y aunque aún estemos lejos de los objetivos marcados por el Gobierno, los puntos de recarga aumentan cada vez más.
El único problema es que los de carga rápida - corriente continua a partir de 150 kW - no copan el grueso de los nuevos puntos instalados en nuestra geografía. En cualquier caso, cada vez vemos más alianzas y proyectos destinados a la construcción de estas instalaciones por parte de grandes empresas y desde las instituciones. Finalmente, los coches eléctricos cada vez se están democratizando más gracias a una mayor oferta y a ayudas como el Plan Moves III a pesar de que la administración lleva sus tiempos.
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