Nos ponemos a los mandos del Cupra e-Racer, un bicampeón eléctrico de raza

En 2021 se celebró el primer Campeonato de Turismos Eléctricos: el Pure eTCR. Un certamen que en 2022 se ha disputado bajo el amparo de la FIA, llamándose ya FIA eTCR. Y casi tan reciente como el nuevo Campeonato, fue la marca que se ha alzado con la victoria en estas dos primeras ediciones: CUPRA.

Crear una marca de coches ya es todo un desafío, pero que ésta llegue a competir, en un campeonato también nuevo, con coches eléctricos y se proclame campeona las dos primeras temporadas… Es, sencillamente, excepcional.

Aunque el automovilismo se vea como un deporte individual, lo cierto es que el equipo es fundamental. En Cupra esto lo han tenido claro desde que empezaron a diseñar el e-Racer hasta el día de hoy.

Este coche es, en gran medida, parte de ese equipo. Aunque pueda parecer un León supervitaminado, al que se le ha ido la mano en el gimnasio, poco tiene en común con el compacto que vemos en las calles.

Bajo sus cuidadas líneas y su carrocería ensanchada se esconde una batería de 65,6 kiloWatios-hora y casi 800 voltios. Además de cuatro motores eléctricos capaces de entregar una potencia conjunta de 680 caballos.

Casi 700 caballos que apenas generan calor. Por eso, a diferencia de los coches del Campeonato de Turismos de combustión, este tiene menos entradas de aire, siendo mucho más aerodinámico, a pesar de sus casi dos metros de ancho.

El interior de este Cupra e-Racer deja claro que esto va en serio. El arco de seguridad, la ausencia de cualquier elemento superfluo… Solo un bacquet de competición, bien retrasado para equilibrar los pesos; un volante diminuto, con todas las funciones al alcance de los dedos y ni rastro de olor a gasolina.

Pero lo mejor es que le des al play del vídeo y ver cómo se desenvuelve en circuito esta máquina.

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