Se gesta una revolución en el reglamento del Mundial de Fórmula 1

La Fórmula 1 puede estar a punto de cambiar por completo, o al menos en lo referente a su reglamento deportivo, el cual puede tener su primer gran actualización después de la introducción de la nueva normativa técnica. La FIA y la FOM quieren más carreras reñidas y están especialmente empeñadas en que uno de los grandes males de los últimos años, como es el caso de la imposibilidad de correr en ciertas condiciones meteorológicas no se repitan con frecuencia.

Por ello, la Comisión del Mundial de la Fórmula 1 se reunió el pasado viernes para acordar algunas soluciones que buscan el que estos nuevos monoplazas puedan seguir compitiendo cuando se encuentre agua en pista por las precipitaciones. Lo ocurrido recientemente en el Gran Premio de Japón fue sin lugar a dudas un llamado de atención después de la cancelación en 2021 del Gran Premio de Bélgica y la demostración de que estos nuevos coches crean incluso una mayor proyección de partículas de agua que dificulta la visión.

Este efecto no ha sido relacionado completamente con la acción de los neumáticos Pirelli, sino que se estima que son los nuevos conductos del suelo encargados de generar el efecto succión los que han generado estos problemas de espray. Entre las opciones que se están barajando por parte de la FIA y del propietario de los derechos comerciales de la Fórmula 1 van desde la introducción de unos nuevos guardabarros estándar para todos los monoplazas que se encarguen de recoger toda esa lluvia y canalizarla de nuevo hacia el suelo.

Queda de esta forma patente que no se debe únicamente a un defecto de diseño de los neumáticos de lluvia extrema, sino que, al ser las ruedas que más agua evacúan agudiza el problema de la proyección de partículas. Además, se estudia que el diseño deba ser lo suficientemente ergonómico como para poder hacer sin problemas los cambios de gomas en boxes e, incluso, que puedan ser rápidamente instalados antes de una carrera o durante una bandera roja. No se descarta además añadir nuevas luces para mejorar la visibilidad en dichas condiciones de lo que en la Fórmula 1 se conoce como lluvia extrema. Todo ello deberá discutirse en los próximos meses para llegar a la votación definitiva como muy tarde el próximo mes de abril y ponerse en marcha de cara a la temporada 2024.

Sin embargo, no es el único cambio que se plantea. Los organismos que deciden sobre el campeonato también apuntan a una revisión de las sanciones en parrilla que se imponen a los pilotos que han estrenado más elementos de la unidad de potencia que los que tienen por límite, en este caso, como forma de disuadir a los equipos de realizar cambios estratégicos y no ceñirse a la filosofía de contención de costes que actualmente tiene la Fórmula 1.

Estos dos cambios que pueden poner completamente patas arriba no sólo las carreras sobre mojado, sino también la definición de los títulos mundiales puede venir acompañada de un tercer cambio clave que el Gran Circo quiere ya evaluar en las carreras al sprint de 2023. Esa modificación en el reglamento deportivo afecta directamente a la activación del sistema de DRS, el cual, en la actualidad puede accionarse en condiciones de seguridad a partir de la tercera vuelta de los Grandes Premios y después del relanzamiento de una prueba tras un periodo de Coche de Seguridad o bandera roja.

Con ello, la Comisión de la Fórmula 1 afirma que si se adelanta la posibilidad de activas el DRS una vuelta antes, puede afectar positivamente a la hora de mantener lo más comprimido posible el grupo de monoplazas y darle así a los aficionados carreras mucho más reñidas. En el caso de que los resultados sean positivos durante las seis carreras cortas programadas para la temporada 2023, no se descartaría aplicarlo a todas y cada una de las pruebas en 2024. Todas estas medidas, además de los cambios en el reglamento financiero y la propuesta de simplificar los procesos de parque cerrado en los eventos con carrera al sprint deberán ser evaluados por el Consejo Mundial del Motor antes de recibir el visto bueno final.

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