Pocos meses después de su nombramiento como el 45º presidente de Estados Unidos, el mundo entero sigue preguntándose todavía cuáles han sido las razones que le dieron la victoria al inexperto magnate republicano Donald Trump sobre la demócrata Hillary Clinton. Para ello, un equipo de laSexta ha recorrido el país norteamericano en busca de las claves de su éxito.

Uno de ellos es, por supuesto, la construcción de un muro que, ampliado y reforzado en las zonas donde ya existía una barrera fronteriza, impedirá el paso de inmigrantes procedentes de México. Pero, ¿qué más han visto en él los estadounidenses para otorgarles 304 de los 538 votos electorales? Para ello, laSexta se adentra en el interior del norte de EEUU, la zona más industrial del país. Allí, en lugares como Michigan, Ohio y Pensilvania, se vive fundamentalmente de la siderurgia y la minería.

La clave se encuentra en estos estados obreros que, si bien antes votaban por el equipo demócrata, ahora se han echado a los brazos de Trump por el aumento del paro. Y la capital del desempleo es Wilmington, en el condado de Clinton, Ohio; un pueblo que lo perdió todo por un nombre: la empresa de paquetería DHL.

Hablamos de Wilmington, un pueblo que lo perdió todo por un nombre: la empresa de paquetería DHL.

En 2009, DHL, por entonces la compañía más importante de aquella ciudad, anunció que echaba el cierre. Acto seguido, más de 9.000 personas se fueron a la calle en una localidad cuya población supera por poco los 12.000 habitantes. El resultado de este movimiento se vio en las pasadas elecciones presidenciales: tres de cada cuatro vecinos votó a Donald Trump, casi el récord nacional, e hicieron de Wilmington 'Trumplandia'.

"Creo que la gente sólo está buscando cambio. Y en esta situación esperamos que los trabajos suban y ayuden a asegurarnos", cuenta Allan a laSexta. Dirige, desde hace 18 años, el que ahora es el lugar más concurrido de la ciudad: un comedor social donde, en un tiempo anterior al cierre de DHL, se repartían alimentos de vez en cuando. Sin embargo, ahora se abre el recinto todos los días para familias enteras de clase media, gente que siempre ha vivido bien y que, de forma repentina, se han visto obligados a ir con sus hijos a subsistir de la caridad.

Y allí, desde el comienzo de las campañas electorales hasta la jornada que dio el triunfo presidencial a Donald Trump, se ha repetido hasta la saciedad una palabra que va adherida al mando del político republicano: cambio. Un cambio que siguen esperando a que llegue ante la falta de recursos que sustenta actualmente a Wilmington.