El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el de Vox, Santiago Abascal, han exhibido su nuevo "entendimiento" con una foto inédita, la de la reunión mantenida entre ambos en el Congreso, que llega tras pactar la investidura y cerrar el mapa territorial con cinco gobiernos autonómicos en coalición.

Feijóo y Abascal se habían reunido antes pero en privado y nunca ante las cámaras y fotógrafos, ante quienes sí se han dado este martes un apretón de manos en el marco de la ronda de contactos ante la investidura, para la que el líder del PP sigue sin tener respaldo suficiente.

Al encuentro, que ha durado alrededor de una hora y quince minutos, llegaban ya con un pacto previo por el que los 33 diputados de Vox votarán 'sí' a Feijóo sin exigir entrar en un hipotético gobierno, para el que en todo caso no dan los números.

Abascal ha reiterado el apoyo que ya verbalizó ante el rey Felipe y que su partido da por la situación de "excepción democrática" y con la meta de evitar el "golpe" a la unidad nacional que teme si Pedro Sánchez llega a Moncloa como "cómplice" de los "separatistas".

El apoyo de Vox, "sin condiciones", pulsos ni desafíos

Feijóo ha agradecido su respaldo, destacando que es "sin condiciones", pulsos ni desafíos, aunque llega después de los pactos autonómicos y, en concreto, cuando ambos partidos ha cerrado su última coalición de gobierno en la Región de Murcia.

Aunque reconocen sus discrepancias, PP y Vox han optado por resaltar sus coincidencias frente a las posibles cesiones de Pedro Sánchez ante el expresident Carles Puigdemont, que como requisitos a la investidura ha pedido una ley de amnistía, respeto a la legitimidad del independentismo y un mecanismo de verificación ante futuros acuerdos.

Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, sonrientes durante su encuentro en el Congreso

Abascal ha aparcado incluso sus críticas a la intención inicial de Feijóo de reunirse con JxCat o las apelaciones del PP al PSOE, hasta el punto de anunciar que Vox no sería un "obstáculo" a un acuerdo entre populares y socialistas para evitar a las "minorías separatistas" que, sin embargo, ve improbable.

Feijóo ha destacado este aval cuando ha pedido que Sánchez reconsidere su negativa a aceptar que el PP gobierne dos años, ampliables, para poner en marcha pactos de Estado.

Sobre la mesa de la reunión, el PP ha puesto el mismo documento que ofreció a Sánchez y que además de rechazar la amnistía o el referéndum incluye el refuerzo del sistema de las autonomías, que Vox rechaza. Abascal ha explicado que no les han planteado la firma y ha evitado ahondar en sus diferencias. Feijóo y Abascal coinciden además en su compromiso de hacer frente a las exigencias del independentismo catalán.

Los pactos PP-Vox en comunidades autónomas

El líder del PP pretende usar todos los instrumentos a su alcance, desde la mayoría absoluta en el Senado a su poder autonómico, para defender la igualdad de los españoles. Abascal ha defendido que el "intento de investidura ayudará a preparar la resistencia al golpe".

Feijóo, que ha dicho ahora que no se reunirá con JxCat si el planteamiento es el de una amnistía, ha destacado además que en asuntos trascendentales el PP y Vox coinciden tanto en el "diagnóstico" como en el "tratamiento".

Son socios también en el poder autonómico, después de que el PP haya aceptado finalmente la condición de Vox de entrar en los gobiernos, formando coaliciones en Murcia, Aragón, Extremadura y Comunidad Valenciana, donde el PP aspiraba a gobernar en solitario pero ha tenido que ceder al necesitar a Vox. Feijóo y Abascal se han mostrado como aliados políticos ante un escenario lleno de incertidumbre, en el que no está claro si habrá gobierno del PSOE apoyado en el independentismo o si los españoles volverán a las urnas.

Sin embargo, antes de reunirse con Abascal, y en una entrevista con la Cadena Cope, Feijóo ha recordado que la división del centro derecha beneficia a los socialistas porque, concentrados en una sola formación, sus 11 millones de votantes les hubiesen dado, ha dicho, 190 escaños y no 170.