Desde hace cinco días está prohibido, en virtud de la LOREG, publicar nuevos sondeos y encuestas que puedan alterar los resultados de las elecciones generales del 23J. Aunque lo cierto es que no cesan. En medios de comunicaciones extranjeros se publican las denominadas 'encuestas prohibidas', las sucesoras de las que en un momento se conocían como sondeos andorranos, y en los pasillos de las sedes de los partidos y en grupos privados de WhatsApp se habla de la intención de voto de las encuestas internas y de otros sondeos que, efectivamente, no pueden ver la luz.

¿Y qué han dicho las encuestas para este 23J? Hay que tener cuidado con los datos, porque en las últimas municipales y autonómicas, las del 28M, las encuestas no acertaron —se minusvaloraron las posibilidades del PP en ayuntamientos y comunidades—. No obstante, este tipo de datos sirven como termómetro para ver en qué dirección se mueve el votante. Entre las encuestas que se publican, destacan los barómetros de laSexta, que han ido mostrando en los últimos meses la variación del voto, incluyendo la irrupción de Sumar, la coalición de Yolanda Díaz que agrupa un total de 16 partidos políticos, entre ellos, Podemos y Más País.

Además, al cierre de los colegios empiezan a publicarse los datos de los sondeos a pie de urna, una especie de 'avanzadilla' de los posteriores resultados, aunque su fiabilidad depende de la veracidad con la que respondan los encuestados: se trata de un sondeo elaborado en los propios colegios electorales, preguntando a los votantes después de depositar sus papeletas.