La derecha, que en 2019 ganó las elecciones con UPN, Cs y PP bajo la denominación de Navarra Suma, aspira a lograr de nuevo la victoria en las elecciones autonómicas de Navarra este 28M y, esta vez sí, conseguir gobernar. No obstante, en esta ocasión PP y Cs acudirán con su marca diferenciada y las encuestas indican que podrían dejarse algún escaño por el camino. Algo que complica aún más arrebatar la presidencia a María Chivite (PSC), que volverá a estar en manos de Bildu.

Los protagonistas. Presidenta del Gobierno Foral desde 2019, María Chivite logró 11 escaños y formó una mayoría junto a Geroa Bai (8), Unidas Podemos (2) e Izquierda-Ezkerra (1), lo que junto con elapoyo externo de EH Bildu permitió la formación del Gobierno y la aprobación de cuatro presupuestos consecutivos. La duda está ahora en si podrá reeditar el pacto.

  • La parlamentaria Laura Aznal será la candidata por Bildu. Todo apunta a que este nombre estará en todas la portadas ya que tendrá la llave de una reedición de gobierno de izquierdas.
  • También juegan en estas elecciones Uxue Barkos (Geroa Bai), presidenta de Navarra entre 2015 y 2019 al frente de otro cuatripartito, quien podría caer al cuarto puesto, por detrás de Bildu.
  • En el PP, el candidato a la presidencia del Gobierno Foral es el líder de la formación en la comunidad, Javier García.

¿Bildu, en Gobierno? La formación abertzale podría llegar a convertirse en tercera fuerza y reclamar entrar en el Gobierno -en el caso de que se repita el Ejecutivo progresista de Chivite-.

  • Bildu ya estuvo presente en el Ejecutivo de Barkos al frente de la Consejería de Interior.
  • La formación abertzale quiere aumentar su presencia municipal (más allá de arrebatar la alcaldía de Pamplona) y aprovechar la posible dependencia que tenga de sus votos el PSN.

Los descontentos. En ese equilibrio complicado entre PSN y Bildu hay un margen para los descontentos, esos que recelan de cualquier alianza con Bildu y que incluso pueden decidir quedarse en casa. Es ahí donde UPN espera atraer los votantes que le devuelvan la presidencia de la Comunidad Foral.

  • Hay que tener presente que el Ejecutivo de Chivite ha tenido desencuentros con Bildu que han calado en la ciudadanía, como los referentes al Tren de Alta Velocidad (TAV) o al Canal de Navarra.
  • Y con todo este mapa político y la volatilidad del voto, la clave está precisamente en si los electores se decantarán con la suficiente contundencia a favor de UPN o siBildu volverá a tener la llave del Gobierno foral como todo apunta.

Lugares clave en estas elecciones navarras

Pamplona. El ayuntamiento pamplonés es uno de los objetivos básicos de la campaña electoral. El alcalde es Enrique Maya, que ganó las elecciones de 2019 con un 40% del voto y 13 de los 27 concejales del Consistorio. En esa ocasión, lo hizo al frente de la candidatura de Navarra Suma, donde estaban integrados tanto Ciudadanos como el PP. El actual alcalde no repetirá y es Cristina Ibarrola al frente de una candidatura de UPN en solitario, quien aspira a convertirse en la próxima alcaldesa. Habrá que ver la división de la coalición y la fuerza que tenga Bildu (que ya lideró con Joseba Asirónel Consistorio entre 2015 y 2019).

  • Como curiosidad, la candidatura del PP al Ayuntamiento la encabeza Carlos García Adanero, diputado tránsfuga de UPN. Adanero fue uno de los dos legisladores que rompieron la disciplina de voto de su partido y votaron en contra de la reforma laboral, que salió adelante gracias al voto (por error y contrario a las directrices del PP) de Alberto Casero.

Alsasua. En esta localidad, el Gobierno de los partidos forales/nacionalistas es incontestable. En 2016, Geroa Bai se hizo con más del 60% de los votos y 10 concejales. El único partido representado en la corporación municipal es EH Bildu, con 3 concejales. Alsasua cobró relevancia por el altercado de ocho jóvenes con dos agentes de la Guardia Civil en octubre de 2016, a quienes años después se condenó a penas de entre 2 a 13 años de prisión. En un principio se les llegó a acusar de delitos de terrorismo.