No hay nada como despertarte un domingo con un ataque gratuito en Twitter. Esa red social que en pocos caracteres escupe más que habla. Ese lugar inhóspito donde la gente te ataca, te agrede verbalmente y te increpa buscando jarana, sin argumentos y sin por supuesto preguntar. Porque informarse, leer, preguntar antes de criticar no está de moda por estos lares. Y ante eso, tienes dos opciones: callar, ignorar, no contestar… tomar la indiferencia por respuesta o contestar, sabiendo que eso será el inicio de algo más grande.

Pero, cuando atacan una lucha social por la conciliación que lideramos desde hace 5 años, sin recursos, con mucha pasión, esfuerzo y tiempo dedicado, ¿cómo vas a callarte y dejar que viertan juicios sobre tu persona, tu lucha y tu trabajo sin más?

¿El objeto de las críticas? El vídeo de nuestra última campaña lasinvisibles.org, que pretende denunciar la invisibilidad que sufrimos las mujeres en la sociedad cuando llega la maternidad.

 

"¿Por qué un hombre como doctor?", me increpa la mujer que se ha despertado un domingo con ganas de echar por alto una acción social, que en tan solo 4 días ha conseguido visibilizar a 100.000 mujeres madres, que han sufrido las consecuencias de una maternidad que nos penaliza, nos hace renunciar y nos aleja del mercado laboral cada día.

"Porque somos equipo. Porque la conciliación es una derecho para todos y para todas. Porque una de nuestras grandes batallas es la corresponsabilidad y necesitamos la implicación del hombre, que ellos también luchen por la igualdad, la conciliación y por visibilizar la situación que vivimos las mujeres madres".

No le vale esto de respuesta, sigue buscando otra respuesta, que solo sabe ella cuál es. Sigue intentando abrir una discusión para dejar en entredicho nuestra labor social. Menciona a colegas de Twitter que apoyen su ataque y lo consigue. ¡Aplausos! Personaliza el ataque y lo centra en su persona. Me despista. No sé a dónde quiere llegar. Ella no ha sufrido, según me dice, la falta de corresponsabilidad en su hogar. Y esto me duele. Porque llevo 4 días recibiendo carteles como estos que me rompen el alma. Porque sigo sin entender que si una mujer no sufre la discriminación, la falta de conciliación, la renuncia… no luche con las mismas fuerzas por las demás.

Carteles Malasmadres

Carteles Malasmadres

Carteles Malasmadres

Decido que el domingo en familia no me lo va a fastidiar Twitter y lo dejo estar. Durante las horas posteriores se nos acusa de quejicas, de borreguismo, de que no hemos elegido bien al padre de nuestros hijos e hijas, como si la conciliación en este país dependiera solo de ello, de que nos hacemos las víctimas y de que manipulamos la encuesta.

Muy triste, es muy triste que haya mujeres que critiquen a otras y demuestren tan poca sororidad y empatía por las que queremos luchar, cambiar las cosas y no queremos ser invisibles.

Pero ¿sabéis qué? Que esto solo me da más razones para seguir nuestro camino, para alzar la voz y no renunciar. Porque con los resultados de esta encuesta no nos vamos a quedar sentadas, twitteando, no, vamos a salir a la calle, vamos a ir al Gobierno, a las empresas y a donde haga falta para que esta realidad cambie y la maternidad empiece a valorarse como se merece.

"Sancho, ladran, señal de que cabalgamos".