¿A quién no le gustaría no tener que preocuparse por los gastos y poder comer en el mejor restaurante de la ciudad? No es una sorpresa que salir a comer o cenar fuera se haya convertido en algo ocasional porque, lógicamente, pagamos más por el producto y la elaboración que si comemos en casa. Los españoles acudimos unas 62 veces al año a restaurantes y cafeterías, gastando una media de 1.859 euros, según reveló el Estudio Fintonic sobre Restauración en España 2018.

Sin embargo, no todo el mundo puede permitírselo. Si tu economía no te lo permite o quieres ahorrar dinero, existen algunos trucos para que la próxima vez que salgas a cenar o comer a un restaurante te salga mejor de precio.

Busca sitios económicos

Si todavía no te has decantado por el sitio al que ir a comer o cenar, Google y otras páginas pueden ser tu gran aliado a la hora de encontrar los restaurantes más económicos y mejor valorados. Con una simple búsqueda, tendrás clasificados y ordenados los restaurantes de tu ciudad según valoración o precio, para que elijas según tu economía, sin llevarte sorpresas en la cuenta.

Mira promociones y ofertas 'on-line'

Una vez hayas decidido el restaurante al que ir, es hora de encontrar promociones y descuentos que nos permitan ahorrar en la cuenta. Utilizando Google y buscando ‘ofertas de restaurantes’, podremos acceder a webs que ofrecen una amplia gama de ofertas gastronómicas con el 20, 30 o 50% de descuento. Muchas veces son los propios restaurantes y franquicias los que comparten en sus redes sociales las diversas promociones y descuentos.

Además, algunos cupones incluyen ofertas de dos por uno o platos gratis según el día. Eso sí, ten cuidado con las condiciones de la oferta antes de reservar, ya que muchas te obligan a una consumición mínima.

Ojo a las bebidas

Sí, contar con promociones y descuentos puede sacarnos de más de un apuro si necesitamos ahorrar dinero. Sin embargo, muchas veces en estos cupones no se incluye la bebida, que suele ser el gran enemigo de nuestra cartera. Al igual que la comida, los precios de la bebida en un restaurante son muy superiores a los precios de un supermercado, por ejemplo,, muchas veces elevando la cuenta casi el doble.

Si vives en Madrid o en alguna ciudad donde el agua del grifo sea de calidad, siempre puedes optar por pedir una jarra de agua si vas ‘justo’ de dinero, lo que además es más ecológico porque no genera residuos. Asimismo, si durante la velada consumes vino, otro truco es asegurarte de saber si son más económicas las copas o la botella.

No comas por los ojos

Muchas veces, y más cuando acudimos al restaurante con hambre, tendemos a pedir más de lo necesario y termina sobrando comida en el plato. Por ello, es conveniente que preguntes al camarero sobre el tamaño de los platos, raciones o postres para calcular con cuánto quedarías satisfecho sin desperdiciar comida y ahorrando de paso unos euros en la cuenta. Si finalmente ocurre, no dudes en pedir al camarero que te la prepare para llevar, y ya de paso te llevarás un plato para otro día en casa.

Una idea si vas a comer o cenar acompañado es pedir entrantes para compartir y un segundo plato para cada uno. Esto hará que puedas probar más variedad de platos y el coste sea menor que si pedimos un primero y un segundo.

Si hay menú, mejor

¿Cuántas veces has sobrepagado en restaurantes en los que tampoco te ha encantado la comida? El menú de los restaurantes y bares se ha convertido en una buena opción para aquellos que quieran comer variado sin tener que decantarse por un plato de la carta.

La mayoría suelen tener un precio más ajustado e incluyen pan, bebida y postre. Ten en cuenta que durante la cena el menú suele ser un poco más elevado que durante el día, al igual que los menús de días especiales.

Revisa la cuenta, por si acaso

Es cierto que los restaurantes y bares no suelen fallar pero no sería la primera vez que aparece un plato o una bebida de más en la cuenta de nuestra mesa. Más cuando el ritmo de trabajo es elevado, lo que puede llevar a errores humanos. Por ello, antes de pagar, asegúrate de que todos los platos y bebidas que aparecen en el ticket son los que has consumido.