Irse a casa en el segundo en que se hace la hora del final de tu jornada, decir adiós a hacer tareas que no te corresponden o aprender a decir 'no' a tu jefe y colocar límites en el trabajo. Todos estos son objetivos que se buscan alcanzar con el conocido como 'quiet quitting'; un nuevo concepto del que se está empezando a hablar en el entorno del trabajo.
Es muy predominante desde que el tiempo es tiempo la idea de que si te esfuerzas más de lo que se esperan de ti podrás obtener ascensos, aumento de salario o mayor prestigio en la oficina; todo en un intento por conseguir una propiedad, mantener una familia y poder disfrutar de la vida. Pero las recientes crisis económicas y la precariedad laboral acuciante que no les permite a los jóvenes siquiera soñar con esas metas han puesto en evidencia la fragilidad del sistema. Por ejemplo, en España las personas se independizan del domicilio familiar a los 30 años de media, según la Oficina Europea de Estadística, Eurostat.
Según Juan San Andrés, consultor de RRHH y 'coach', cabeza de 'Juan San Andrés. Consultoría de dirección', el cambio de valores laborales se ha intensificado tras la pandemia. "Se ensalza el trabajar desde casa, con flexibilidad, con menor supervisión personal (te supervisa el "sistema") y con unos salarios que ya no compiten solo con otros salarios, sino también contra subsidios y prestaciones sociales", por lo que la rutina a la que estábamos acostumbrados ya no es tan necesaria, tal y como explicó a laSexta.
Esto ha producido un cambio en la cultura laboral, "el 'quiet quitting' puede tener en ciertos casos efectos positivos por cuanto exige una mejora en los procesos de trabajo y en los niveles de liderazgo". Es por ello que hay más sensibilidad y balance en el trabajo en algunas empresas, aunque San Andrés igualmente aclara que "allí donde hay buen liderazgo el 'quiet quitting' tiene menos presencia".
De dónde viene el termino
El usuario de TikTok @zaidleppelin fue uno de los que encendió la conversación en la red social. En su vídeo —que ya acumula 3,5 millones de visualizaciones—, expone que "renuncia a la idea de ir más allá"en su trabajo, aplicando el 'quiet quitting'. Ahora la etiqueta #quietquitting ha amasado 71.2 millones de visualizaciones con empleados que hablan sobre sus experiencias laborales.
Hunter Kaimi (@hunterkaimi) es uno de ellos. En su vídeo con más de 800.000 'me gusta' expresó que tiene un trabajo de salario mínimo en el que depende de las propinas y cómo eso afecta a sus perspectivas de futuro. "Si les preguntara a mis compañeros de trabajo cuándo piensan comprarse su primera casa se reirían de mi", expuso ante la red social.
Sin embargo, el término 'quiet quitting' no parece ser bueno para describir la acción. Aplicándola no se estaría renunciando al trabajo de forma explícita, sino que se está haciendo lo que se supone que debemos hacer: nuestro trabajo con los límites correspondientes para poder tener un balance entre nuestras vidas cotidianas y laborales.
Efectos del 'quiet quitting'
El consultor San Andrés destaca un lado positivo y negativo de esta nueva práctica. Desde un punto de vista positivo, podría ser efectivo en aquellos entornos en los que haya un margen que permita una mejora salarial o una mejora en la manera de dirigir los equipos. Sin embargo, aclaró que esto es algo que solo es posible en medianas y grandes empresas; "se crea o no hay empresas pequeñas que a duras penas consiguen pagar los salarios, no por avaricia sino porque con nuestra estructura económica no pueden obtener mejores márgenes".
El lado negativo podría ser que los 'managers' más tradicionales no puedan acoplarse a tiempo con el cambio de dinámica laboral. Asimismo, como se ha mencionado anteriormente, las empresas pequeñas no podrían alcanzar sus objetivos para sobrevivir. Además, San Andrés advierte de la problemática de excederse con el tiempo libre: "Creo que una sociedad con muchas personas ociosas no sería una sociedad más satisfecha ni feliz".
Para que una empresa logre sobrellevar el 'quiet quitting' y crear un ambiente de trabajo provechoso y balanceado debe, en palabras de este experto, “mejorar los procesos de trabajo, racionalizar el trabajo híbrido y mejorar los estilos de liderazgo”. De esta forma lograría reducir el fenómeno y tener empleados más felices y productivos al mismo tiempo.
El 'quiet quitting' es un término mayoritariamente adoptado por la generación Z; la mayor población de TikTok. Todas las generaciones entran al mercado laboral con muchas esperanzas e ilusiones que rápidamente se ven aplastadas por el mundo corporativo y los jefes exigentes. La burbuja se rompe y deja al descubierto todo un sistema de explotación enmascarado como 'trabajo duro'. La diferencia es que la generación Z cuenta con las herramientas en redes sociales para comenzar un dialogo e intercambiar experiencias.