Las reacciones adversas a los alimentos son una preocupación común en la sociedad actual. Aunque muchas personas experimentan molestias después de comer ciertos alimentos, es esencial distinguir entre la alergia alimentaria y la intolerancia alimentaria. Estas condiciones tienen causas y síntomas diferentes. Entender estas diferencias es vital (literalmente) para su manejo y tratamiento adecuados.

En el contexto español, se ha estimado que entre el 5-8% de los niños y el 2-3% de los adultos en España experimentan alergias alimentarias. Un estudio de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) amplía esta información, señalando que el 6,4% de la población infantil española está afectada por alergias a alimentos específicos.

En cuanto a las intolerancias alimentarias, la intolerancia a la lactosa se destaca como la más predominante, con alrededor del 30% de la población española afectada. Estos datos subrayan la importancia de la concienciación, el diagnóstico preciso y el manejo adecuado de estas condiciones para garantizar la salud y el bienestar de los afectados.

Qué es una alergia alimentaria

La alergia alimentaria implica una reacción del sistema inmunológico. Cuando una persona alérgica consume un alimento al que es alérgica, su sistema inmunológico lo identifica erróneamente como una amenaza y libera sustancias químicas como la histamina para combatirlo, según MayoClinic.org.

Esto puede desencadenar síntomas alérgicos que van desde leves, como erupciones cutáneas o hinchazón, hasta graves, como dificultad para respirar o anafilaxia. El peligro es que una reacción alérgica grave es potencialmente mortal.

Qué es una intolerancia alimentaria

Por otro lado, la intolerancia alimentaria no involucra al sistema inmunológico. En este caso, se una respuesta adversa que ocurre cuando el cuerpo tiene dificultades para digerir un alimento específico, a menudo debido a la falta de una enzima necesaria.

Los síntomas suelen estar limitados al sistema digestivo, produciéndose gases, hinchazón, diarrea y dolor abdominal. A diferencia de las alergias alimentarias, las personas con intolerancia alimentaria a menudo pueden consumir pequeñas cantidades del alimento problemático sin experimentar reacciones severas.

Alergia e intolerancia alimentarias: causas y síntomas

Las causas de la intolerancia alimentaria varían y pueden incluir la falta de enzimas, como en el caso de la intolerancia a la lactosa, la sensibilidad a aditivos alimentarios y el síndrome del intestino irritable. Los síntomas son generalmente menos severos que los de las alergias alimentarias.

En contraste, las alergias alimentarias son causadas por una reacción inmunológica a las proteínas presentes en los alimentos. Los síntomas pueden incluir problemas cutáneos, respiratorios y gastrointestinales y, en casos graves, anafilaxia.

Diagnóstico y tratamiento

Es fundamental consultar a un profesional médico si se experimentan reacciones adversas a los alimentos. El diagnóstico preciso es crucial para evitar complicaciones de salud y mejorar la calidad de vida.

En el caso de las alergias alimentarias, puede ser necesario llevar un autoinyector de epinefrina para tratar las reacciones alérgicas graves.

En resumen, mientras que la alergia alimentaria implica una respuesta del sistema inmunológico y puede ser potencialmente mortal, la intolerancia alimentaria se relaciona principalmente con problemas digestivos y es menos grave. La consulta médica es fundamental para el diagnóstico y tratamiento adecuados.