Antes podíamos escuchar a nuestras abuelas decir que "el café era malo". Sin embargo, en las últimas décadas, muchos estudios han venido demostrando que tomar 2 ó 3 tazas de café al día tiene un efecto positivo en la salud. Incluso, a nivel cardiovascular.

Tanto es así que la Fundación Española del Corazón (FEC) se hizo eco de varios estudios que mostraban los beneficios del café. Según las conclusiones, "éste tiene un efecto cardioprotector, ya que lo asocia a una disminución del riesgo a desarrollar insuficiencia cardiaca". Eso sí, siempre a una cantidad adecuada, es decir, "existe un límite de consumo que, una vez sobrepasado, puede ocasionar aumento del riesgo cardiovascular, y fija ese tope diario en cuatro tazas de cafés".

Ahora un reciente estudio publicado en la revista BMJ Medicine sostiene que un nivel elevado de cafeína en sangre podría frenar la cantidad de grasa corporal que tiene una persona y su riesgo de diabetes tipo 2, enfermedad que aumenta el riesgo cardiovascular, ya que se engloba dentro de los factores de riesgo cardiovasculares, y que padecen en España más de 4,5 millones de españoles.

De hecho, tal como aseguró a laSexta.com el Dr. Manuel Gargallo, especialista en endocrinología y nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), "en la unidades coronarias de nuestro país, la diabetes es la causa más común de la gran mayoría de las personas ingresadas". Por lo que es fundamental prevenir esta tipo de diabetes con hábitos de vida saludable, de alimentación y ejercicio. Ya que en el 80% de los casos con diabetes tipo 2, la causa más común en la obesidad. Es decir, el 80% de las personas con obesidad tienen también diabetes".

Así, este reciente estudio de la BMJ Medicine, liderado por la investigadora Susana Larsson, del Instituto de Medicina Ambiental de la Universidad de Estocolmo (Suecia), viene a demostrar que niveles más altos de cafeína en sangre se asociaban a un menor peso (IMC) y grasa corporal.

Hay que destacar que los estudios anteriores que mostraban los beneficios del café no tenían efectos causales, por lo que ahora Larsson y sus colegas han intentado mostrar si si había o no efectos causales de las concentraciones de cafeína en sangre a la largo plazo sobre diferentes enfermedades cardiovasculares y por ello, se centraron en los análisis del índice de masa corporal total, la diabetes tipo 2, la cardiopatía isquémica, la fibrilación auricular, la insuficiencia cardíaca y los accidentes cardiovasculares.

Niveles más altos de cafeína en sangre, menor riesgo de diabetes 2

Los investigadores utilizaron una novedosa técnica llamada aleatorización mendeliana que utiliza variantes genéticas como sustitutos de un factor de riesgo concreto (en este caso, los niveles de cafeína en sangre) para obtener pruebas genéticas que respalden un resultado concreto (en este estudio, el peso (IMC) y el riesgo de diabetes de tipo 2).

Los investigadores analizaron el papel de dos variantes genéticas comunes de los genes CYP1A2 y AHR (relacionados con la velocidad del metabolismo de la cafeína en el organismo) en casi 10.000 personas de ascendencia predominantemente europea, que participaban en 6 estudios a largo plazo.

Las personas portadoras de variantes genéticas asociadas a un metabolismo más lento de la cafeína beben, por término medio, menos café y, sin embargo, tienen niveles más altos de cafeína en sangre que las personas que la metabolizan rápidamente para alcanzar o conservar los niveles necesarios para sus efectos estimulantes.

Los resultados del análisis mostraron que los niveles más altos de cafeína en sangre predichos genéticamente se asociaban a un menor peso (IMC) y grasa corporal y también a un menor riesgo de diabetes de tipo 2.

A continuación, los investigadores utilizaron la aleatorización mendeliana para explorar en mayor profundidad hasta qué punto cualquier efecto de la cafeína sobre el riesgo de diabetes de tipo 2 podría deberse principalmente a la pérdida de peso simultánea. En este caso, los resultados mostraron que la pérdida de peso impulsó casi la mitad (43%) del efecto de la cafeína sobre el riesgo de diabetes tipo 2. No surgieron asociaciones sólidas entre los niveles de cafeína en sangre predichos genéticamente y el riesgo de cualquiera de las enfermedades cardiovasculares estudiadas.

De este modo, los investigadores reconocen varias limitaciones en sus hallazgos, pero, según los investigadores del estudio, podemos decir que "la cafeína estimula el metabolismo, aumenta la quema de grasas y reduce el apetito. Y se calcula que una ingesta diaria de 100 mg aumenta el gasto energético en unas 100 calorías al día, lo que podría reducir el riesgo de desarrollar obesidad".

Y que también, tal como añaden y finalizan los expertos, "nuestros hallazgo sugiere que la cafeína podría explicar, al menos en parte, la asociación inversa entre el consumo de café y el riesgo de diabetes de tipo 2. Se justifica además, la realización de ensayos controlados aleatorios para evaluar si las bebidas no calóricas que contienen cafeína podrían contribuir a reducir el riesgo de obesidad y diabetes de tipo 2".