La enfermedad renal crónica -también llamada insuficiencia renal crónica- afecta a aproximadamente el 10% de la población adulta española y a más del 20% de los mayores de 60 años. Sin embargo, se estima que esta enfermedad que consiste en el deterioro progresivo de la función renal, o lo que es lo mismo cuando los riñones dejan de funcionar como deberían, está infradiagnosticada.
Así y para concienciar más sobre esta enfermedad, diferentes entidades como la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.) y la Federación ALCER, con motivo del Día Mundial del Riñón (9 de marzo) lanzaron hace un año, junto a Fresenius Medical Care, la campaña Deja Huella Por Tu Salud Renal.
La evolución y el progreso de la enfermedad renal crónica puede evolucionar hasta sus formas más graves (desde daño renal hasta pérdida e insuficiencia terminal) en la que el paciente tenga que necesitar, para suplir su función renal, una Terapia Renal Sustitutiva (TRS). Cada año miles de personas inician una terapia de diálisis, un tratamiento que se utiliza para filtrar la sangre de toxinas, desechos no deseados y exceso de fluidos corporales.
La enfermedad renal crónica que consiste en el deterioro progresivo de la función renal (o los riñones), afecta al 10% de la población adulta española y a más del 20% de los mayores de 60 años
Según explican los profesionales de esta campaña, "la forma y el lugar en donde se lleve a cabo la terapia da nombre a cada tipo de diálisis, es decir, si se utiliza una máquina para extraer y filtrar la sangre estaremos hablando de hemodiálisis".
Pero, "si ese proceso se hace mediante el peritoneo, una cavidad situada en el abdomen, hablaremos de diálisis peritoneal. El paciente puede realizar estos dos tipos de diálisis en su hogar (diálisis domiciliaria) o, si lo prefiere y se adapta mejor a él, acudir a un centro para la hemodiálisis (diálisis en centro)".
Los últimos datos de 2021, publicados por la S.E.N señalan que "los nuevos casos de enfermedad renal crónica aumentaron casi un 7% y 7.084 personas empezaron a recibir tratamiento renal sustitutivo (TRS) con diálisis o trasplante, lo que supone que en total -sumando los casos anteriores- en España hay 65.740 personas reciben una TRS.
En ese sentido, también es clave conocer más sobre la enfermedad, ya que "la mejora de la atención al paciente renal pasa porque la sociedad esté bien informada, conozca cómo detectarla así como todos los hábitos que mantienen sano al riñón", tal como afirma la Dra. Patricia de Sequera, presidenta de SEN.
Pero también -añade- "son claves las iniciativas que mejoran la calidad de vida de los pacientes, y ahí es donde entra en juego la humanización de los procesos, que permitan una atención de calidad y un abordaje integral a todos los niveles".
Cuáles son los síntomas de la enfermedad renal crónica
Normalmente, la enfermedad renal crónica no suele dar síntomas hasta fases más avanzados. Así y como explican desde la empresa Melio, "en fases tempranas sólo se puede diagnosticar mediante un análisis de orina o una analítica sanguínea".
Más adelante y como consecuencia del deterioro de la función renal, pueden aparecer síntomas inespecíficos como: pérdida de apetito, cansancio, náuseas, vómitos o picor en la piel.
Y, por otro lado -añaden desde la entidad- cuando la enfermedad está ya muy avanzadaaparecen otras alteraciones: hipertensión, insuficiencia cardíaca, aumento de potasio y fósforo, anemia, problemas óseos y enfermedad cardiovascular".
Para diferenciar cada etapa de la enfermedad renal crónica, los responsables de la campaña Deja Huella Por Tu Salud Renalexplican las diferentes fases por las que puede evolucionar:
- Etapa 1: Daño renal con función renal normal
- Etapa2: Daño renal con pérdida de la función renal leve
- Etapa 3A: Pérdida de la función renal de leve a moderada
- Etapa 3B: Pérdida de la función renal de moderada a grave
- Etapa 4: Pérdida de la función renal grave
- Etapa5: Insuficiencia renal, conocida también como insuficiencia renal terminal
"En las etapas iniciales podemos encontrar alteraciones en la exploración física o análisis de orina que nos pueden alertar", explican los expertos. Y en función de la etapa dónde se encuentra el paciente, se aplicará en tratamiento diferente, siempre adaptado a cada caso y con el fin de evitar la progresión a una fase superior.
Por otro lado y según apuntan desde la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), "la mayoría de los pacientes con enfermedad renal crónica no van a llegar a enfermedad renal terminal, pero si es frecuente la aparición de eventos cardiovasculares, muchos de ellos mortales. Por tanto, es fundamental hacer un diagnóstico lo más precoz posible de la enfermedad que va a permitir la no progresión o una progresión más lenta, disminuyendo la mortalidad precoz.
La mayoría de los pacientes con enfermedad renal crónica no van a llegar a enfermedad renal terminal, pero si es frecuente la aparición de eventos cardiovasculares
Así, "las guías 2021 sobre la prevención de la enfermedad vascular en la práctica clínica, publicadas por la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) reconocen el papel clave de la detección de la enfermedad renal crónica en la prevención de la enfermedad cardiovascular".
Por último, es importante saber, señalan desde SEMERGEN que "las principales causas son la diabetes y la hipertensión, por lo que un buen control de ambas puede evitar la aparición de enfermedad renal crónica. La edad también es un factor de riesgo muy importante, a mayor edad mayor prevalencia",
Anemia renal: una complicación de la enfermedad
Del 7% de personas que sufren enfermedad renal crónica, 1 de cada 5 personas presenta anemia renal, una complicación frecuente que empeora a medida que aumenta el deterioro de la función renal.
Como explica el Dr. Aleix Cases, nefrólogo, profesor asociado de la Universitat de Barcelona y secretario del grupo de Anemia de la SEN, "la anemia es una de las complicaciones más frecuentes de la enfermedad renal crónica. Su prevalencia aumenta de manera especial a partir de estadios avanzados, con una prevalencia del 60% en estadios 4-5 no dializados y hasta el 90% en pacientes en diálisis.
La anemia es una de las complicaciones más frecuentes de la enfermedad renal crónica, cuya prevalencia aumenta de manera especial a partir de estadios avanzados
Se trata además de una consecuencia muy poco conocida pero que sin embargo, afecta y mucho a la calidad de vida de los pacientes. De hecho, y según explica por su parte Daniel Gallego, presidente de ALCER, "estos pacientes se encuentran fatigados, por lo que es muy difícil trabajar o realizar cualquier actividad física; lo que va unido a una falta de concentración, pérdida de memoria y dificultades cognitivas". Además, se trata también de "un predictor de morbimortalidad, especialmente de causa cardiovascular y un factor de progresión de la enfermedad renal".
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Para conocer mejor esta afección o esta complicación de la enfermedad renal crónica la compañía GSK ha lanzado la campaña 'La línea roja de la anemia renal' -iniciativa presentada en el marco de las 35ª Jornadas Nacionales de Personas Renales de la Federación ALCER, y con el respaldo científico de la SEN y la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN)- con el objetivo de concienciar sobre las implicaciones e impacto que supone para los pacientes con ERC cruzar esta 'línea roja' que puede provocarles la anemia renal y, por tanto, afectar a su calidad de vida.