Victoria Buiza afirma con rotundidad que es necesario el reconocimiento de la obesidad como una enfermedad crónica y multifactorial. Y lo es para que todo mejore. "Porque desde ese mismo momento las personas con obesidad podremos formar parte de la Ley de Garantías y comenzaremos a ser pacientes reconocidos por el sistema sanitario español", asegura la presidenta de la Asociación Bariátrica Híspalis Nacional / Asociación de Pacientes Bariátricos y Obesidad (AB Hispalis).

Esta entidad ha intervenido de forma clara en la publicación de la 'Guía GIRO: guía española del manejo integral y multidisciplinar de la obesidad en personas adultas' que une a 14 sociedades científicas para cambiar definitivamente el manejo de la obesidad en España y que ha sido presentado este 4 de marzo, coincidiendo con el Día Mundial de la Obesidad. "Es la herramienta perfecta para que todos los profesionales de salud puedan comenzar a tratar la obesidad con eficacia y de una manera unificada", sostienen desde AB Hispalis.

Los objetivos de esta Guía, por lo que además los profesionales y sociedades médicas llevan ya varios años luchando, son fundamentalmente cuatro: abordar la obesidad como una enfermedad crónica y compleja que requiere un seguimiento a largo plazo; poner el foco en las causas del problema y dejar de estigmatizar al paciente con obesidad; plantear un enfoque holístico que atienda a la salud del paciente en general y empoderar al paciente para que participe en el manejo y tratamiento de su enfermedad. Son además los 4 pilares fundamentales sobre las que se asienta la Guía Giro, que pretende aportar las herramientas para transformar el abordaje de la obesidad en España.

En las últimas décadas, la prevalencia de la obesidad ha aumentado en España de forma alarmante. Según los estudios más recientes, alrededor del 23% de la población adulta padece obesidad y contamos con una de las tasas de obesidad infantil más altas de Europa.

Las previsiones además no son mejores, pues indican que la prevalencia de la obesidad seguirá aumentando en los próximos años, con el consiguiente impacto sanitario y social. En 2035 la obesidad en adultos afectará al 35% de las mujeres y al 39% de los hombres en Europa.

Así, uno de los aspectos diferenciales e innovadores de esta iniciativa en forma de Guía, es que se adapta al contexto español. Esto es, "aunque está inspirada en la Guía de Práctica Clínica (GPC) canadiense, de referencia mundial, hemos dado un paso más allá y hemos conceptualizado y elaborado una GPC nacional adaptada a nuestro país para el manejo integral de la obesidad en la edad adulta", explica la Dra. María del Mar Malagón, presidenta de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), quien resalta además "el hecho de basarse (este guía) en la evidencia más reciente, tener una intención práctica y ser un documento vivo y de actualización constante".

Por su parte, y tal como añade el Dr. Albert Lecube, endocrinólogo y vicepresidente de la SEEDO, "en este documento se recopila información actualizada sobre el manejo de la obesidad, enfocando la atención en las necesidades que no están siendo satisfechas y planteando recomendaciones que permitan solucionarlas en la práctica clínica en España".

No, la obesidad no es una enfermedad moral

En total, se aportan "hasta 131 recomendaciones; entre ellas, la de "empezar a hablar de 'obesidades' y ser capaces de visualizar a cada paciente de manera individualizada", permitiendo introducir la medicina personalizada en los algoritmos de manejo de la obesidad".

Al mismo tiempo, se insiste la parte más psicológica y social, la de "superar que la obesidad no es una enfermedad moral, no es un vicio del paciente, que tener obesidad no se elige. Además, "no podemos ya aceptar que la obesidad siga siendo una puerta abierta a la inequidad ni a la discriminación a lo largo del proceso asistencial", afirma contundente el doctor.

También el documento señala algo clave para el abordaje de la obesidad, a día de hoy no reconocida como una enfermedad sino como "un síntoma" de otras enfermedades. Esta Guía, se "promueve la equidad al reclamar el acceso a los tratamientos disponibles, en condiciones de financiación pública como en otras enfermedades crónicas, para aquellos pacientes con enfermedad más grave (obesidad con daño establecido en un órgano terminal)".

En la actualidad y como contamos en laSexta.com en Fármacos para adelgazar y cirugía bariátrica: cómo se trata la obesidad en España (además de dieta y ejercicio) existen dos opciones médicas para tratar la obesidad además de los cambios en el estilo de vida que son imprescindibles si queremos combatir la obesidad: fármacos para adelgazar (que no están financiados en España) y la cirugía bariátrica que sí lo estaría. Y precisamente de lo primero se quejan los profesionales: no, los fármacos que tratan la obesidad no están financiados, pues se los tiene que pagar el propio paciente, a no ser que además de obesidad, el paciente también tenga diabetes tipo 2, entonces sí estarían financiados.

Así y tal como explica la Dra. Andreea Ciudin Mihai, coordinadora Unidad de Tratamiento Integral de la Obesidad del Hospital Universitario Vall Hebron (Barcelona) en dicho artículo (Fármacos para adelgazar y cirugía bariátrica) ambos tratamientos -fármacos y cirugía- no tienen que ser excluyentes: "Podemos tener pacientes con obesidad en los que combinamos fármacos con cirugía. En ocasiones, se puede complementar".

En cuanto a la cirugía bariátrico, tal como ha explicado el Dr. Andrés Sánchez Pernaute, presidente de la Fundación de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (FUNSECO), "a pesar de ser un tratamiento seguro y efectivo, sólo llega al 2% de la población española", sobre todo "por el estigma que subsiste sobre la obesidad y por la gran cantidad de limitaciones que afrontan los pacientes con obesidad para poder llegar a la cirugía".

Pese a que la cirugía bariátrica está cubierta en la cartera de servicios de la sanidad pública española, "no es un procedimiento con tiempo garantizado y esto implica que los pacientes se van enfrentando a tiempos de espera cada vez más largos, lo que supone una falta de equidad", concluía este experto.