Para tratar la obesidad, lo primero de todo es hacer un cambio de hábitos en cuanto a dieta y ejercicio. Pero además de ello, y sólo bajo prescripción y seguimiento médico, existen para determinados perfiles, dos opciones más: fármacos para adelgazar (que no están financiados en España) y la cirugía bariátrica que en este caso, sí lo está.

"No hay unos criterios claros para bien usar fármacos o cirugía bariátrica sino que siempre hay individualizar cada caso", explica a laSexta.com la Dra. Andreea Ciudin Mihai, tesorera de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) y coordinadora Unidad de Tratamiento Integral de la Obesidad del Hospital Universitario Vall Hebron (Barcelona) en el Día Mundial de la Obesidad (4 de marzo).

"Lo que es muy importante destacar es que, en el tratamiento de la obesidad, tenemos que implementar las decisiones compartidas, esto es, hacer al paciente partícipe y colaborador activo en el manejo de la enfermedad. Es fundamental ir de la mano", asegura la experta.

Además, ambos tratamientos -fármacos y cirugía- no tienen que ser excluyentes: "Podemos tener pacientes con obesidad en los que combinamos fármacos con cirugía. En ocasiones, se puede complementar", explica Ciudin.

"Sin embargo, no tenemos las dos opciones en igualdad de condiciones", lamenta esta profesional. Es decir, los fármacos para tratar la obesidad (sólo la obesidad) no están financiados y la cirugía bariátrica sí lo está (porque se considera un procedimiento y no tiene estatuto de tratamiento).

"A las personas que no pueden costear el tratamiento con fármacos sólo les queda la cirugía, aunque no quieran, y esto me genera un conflicto ético importante porque, en estos casos, sólo podemos recomendar la cirugía", indica esta profesional.

Cuándo se indican los fármacos para adelgazar

Los fármacos para tratar ladiabetes tipo 2están financiados, es decir, los cubre la Seguridad Sociedad. Sin embargo, años más tarde, se descubrió que las moléculas de estos fármacos no solo trataban la diabetes sino que producían también un efecto en el peso de los pacientes muy potente.

Por tanto, "se realizaron los ensayos clínicos necesarios para conseguir la aprobación de esos fármacos para el tratamiento de la obesidad sin diabetes", explica Ciudin. Tienen las mismas moléculas pero en diferentes dosis. Según expone la doctora:

Los fármacos para tratar la diabetes tipo 2 (+obesidad) son:

  • Liraglutida hasta 1,8mg/día, comercializado como Victoza
  • Semaglutida hasta 1mg/semana, comercializado como Ozempic
  • Semaglutida oral hasta 14mg, comercializado de Rybelsus
  • Tirzepatida semanal, comercializado como Monjaro.

Y los fármacos para tratar sólo la obesidad (obesidad sin diabetes) son:

  • Liraglutida hasta 3mg/día: adultos y niños a partir de los 12 años, comercializado como Saxenda.
  • Semaglutida hasta 2,4mg/semana en adultos. Recientemente se han publicado los resultados del estudio de semaglutida en niños mayores de12 años con obesidad, con resultados muy positivos y que está en vía de aprobación. Comercializado como Weygovy.
  • Tirzepatida: ensayos en marcha, en vía de aprobación fast-track por la FDA con resultados espectaculares, comercializado como Monjaro.

Las indicaciones para los fármacos para tratar sólo la obesidad son los siguientes: pacientes con IMC mayor de 30 y IMC mayor de 27 con patologías asociadas.

Los medicamentos que tratan la diabetes tipo 2 sí están financiados y por tanto pueden beneficiarse de ellos aquellos pacientes con obesidad que tengan diabetes tipo 2. "Por ello, como profesional, tengo un gran conflicto ético porque al final si no tienes diabetes, el tratamiento de la obesidad es sólo accesible a las élites y es una discriminación y segregación no aceptable", asegura la especialista.

Y es que "la obesidad es la puerta de entrada de la diabetes tipo 2, sabemos que los pacientes con obesidad que aún no son diabéticos, tienen riesgo cardiovascular elevado, riesgo de muerte elevado y de otras complicaciones, ¿para que esperar a que la enfermedad evolucione para poder tratar, cuando disponemos de fármacos aprobados que nos van a prevenir estas complicaciones?", lamenta.

Así y en el caso de que el paciente con obesidad no tenga diabetes tipo 2, "le explicamos los costes que tienen los fármacos y su procedimiento y si acepta, le pautamos el tratamiento y seguimos según la práctica clínica", cuenta la experta.

Porque es importante saber que "si un paciente con obesidad puede asumir los costes del tratamiento no financiado, no necesariamente tiene que seguirse en consulta privada. Tenemos pacientes en la sanidad pública que pagan su tratamiento no financiado y los controlamos en consulta".

Y debemos aclarar también que "pagar el tratamiento no financiado no quiere decir que vaya por libre y no necesite supervisión. No deja de ser un medicamento que necesita prescripción médica y un control por personal especializado", matiza Ciudin.

Cuándo se indica la cirugía bariátrica

Se llama cirugía bariátrica a un conjunto de procedimientos quirúrgicos entre los que se encuentran por ejemplo, técnicas como la manga gástrica o el by-pass gástrico. En este artículo, la propia doctora Ciudin explicaba estas técnicas.

Las indicaciones para realizar la operación serían:

  • Personas con IMC mayor de 35 con comorbilidades metabólicas asociadas como diabetes tipo 2, apnea de sueño, hipertensión arterial, dislipemia o hígado graso.
  • Personas con IMC mayor a 40.
  • Y siempre que se cumplan otros criterios contemplados en los protocolos y los pacientes pasen por una valoración exhaustiva por parte de un equipo multidisciplinar.

En estos casos, es fundamental entender "que no es una cirugía estética y que se puede volver a ganar peso si no ha habido un cambio de hábitos en cuanto a alimentación y ejercicio. De hecho, un 35% de los pacientes que se operan vuelven a ganar peso a los 3 años -o incluso menos- de la cirugía".

Es importante añadir que en todos los casos, se trate la obesidad con fármacos o con cirugía, tienen que estar siempre presentes los cambios en el estilo de vida de dieta y ejercicio. Esto es sin duda algo fundamental.

Por último, la doctora lamenta que la obesidad no se reconoce aún como una enfermedady por ende que sus consecuencias sean "el que no hay planes nacionales de tratamiento y de prevención y no se financien los fármacos para su tratamiento".